El artista plástico Manuel Felguérez (1928) festejará su cumpleaños 91, el próximo 12 de diciembre, con una exposición monográfica de 101 obras, entre pintura y escultura, en el Museo Universitario Arte Contemporáneo (Muac). Manuel Felguérez. Trayectorias, que abarca siete décadas de producción, será inaugurada el sábado 7, a las 12 horas.
Generoso como es, Felguérez, más que recibir regalos, los da. En rueda de prensa con el expositor, Graciela de la Torre, directora de Artes Visuales de la Universidad Nacional Autónomo de México (UNAM), anunció que don Manuel está en el proceso de donar 38 esculturas, así como su archivo a la UNAM. El Muac ya tenía 44 obras suyas y los murales reconstruidos. Se exhibe por primera vez un vitral que estaba en una casa particular.
Al igual que en otras ocasiones, la exhibición permitió restaurar y recuperar piezas icónicas dentro del trabajo de Felguérez. Esta vez el esfuerzo se centró en Muro de las formas mecánicas, pieza escultórica realizada para el Deportivo Bahía a la par del mural Canto al Océano, en 1963.
Aparte del catálogo de la muestra, al artista se le va a dar un segundo libro en que la exposición se revisará de otra manera, incluidas algunas cosas muy interesantes que ha hecho, como cuaderno de apuntes.
¿Por qué donar piezas? Para Felguérez “producir arte es relativamente fácil, lo que es casi imposible es venderlo, y vivir de ello, peor. Al final de la vida, sabe uno que le queda poco tiempo, piensa, ¿qué va pasar con las chácharas que ha producido durante tantos años? Hace 20 años tenía la misma preocupación, de la que nació el Museo de Arte Abstracto, en Zacatecas”.
Consideró que “ahorita el Muac es el museo más importante de México y para mí es un honor y una ambición tener algo de mi obra en la colección permanente”. Además, “a la UNAM le debo la mitad de mi vida”. Dio clases en la Escuela Nacional de Artes Plásticas y trabajó en el Instituto de Investigaciones Estéticas.
El archivo contiene recortes de periódico, fotografías, reconocimientos, catálogos tanto de sus exposiciones como de los amigos, carteles y demás documentos. En un principio Felguérez pensó en depositar el archivo en el museo de Zacatecas, sin embargo, dijo “no, se le va a comer la polilla. Mejor en una institución como el Muac que tiene esta calidad de archivo”.
Una pregunta que siempre le hacen a Felguérez es cómo y cuándo empezó como artista. Se adelantó a contestarla al contar que nació en una hacienda en el municipio de Valparaíso, Zacatecas, entonces “siempre me he considerado güero de rancho”. Al acabar la preparatoria tuvo la oportunidad de viajar a Europa en 1947. “Si hablo de mi vocación artística, Notre Dame fue mi nacimiento en el mundo del arte; la Capilla Sixtina, mi bautizo, y una exposición de Turner en Londres, mi confirmación.
“Vivía en un barco histórico, al regresar me puse a dibujar el Támesis con la Torre de Londres y un lanchón que en ese momento atravesaba. Le dije a Jorge Ibargüengoitia, que iba en el grupo de amigos, ‘mira, ya soy artista’. Él lo narró posteriormente en un libro, en el sentido de haber tenido la oportunidad de asistir al nacimiento de una verdadera vocación. Esto fue el 12 de octubre de 1947”.
Pilar García, curadora de Trayectorias, dijo que ésta se centra en tres puntos de la producción del artista, los que más legado han dejado a las prácticas artísticas en México. La primera parte tiene que ver con la obra temprana de Felguérez, los murales en que usó deshecho.
El segundo punto es todo el trabajo hecho con la computadora, primero en la UNAM y luego en la Universidad de Harvard. “En ese sentido Manuel es un pionero en lo que hoy conocemos como inteligencia artificial”. La última sección gira torno a lo que actualmente produce, es decir, “da una visión de un Manuel contemporáneo”.
Felguérez concluyó la charla con un “sueño”. Explicó que hace bastante tiempo “inventé que iba a cumplir años cada década y que cada cumpleaños lo festejaríamos al hacer una exposición relevante. Empecé con el Museo de Arte Moderno, de veces, luego el Museo del Palacio de Bellas Artes, el Museo Tamayo, de nuevo el de Bellas Artes, y ahora el Muac. Para dentro de 10 años los espero en el Museo de Arte Moderno, en Nueva York”.
