Futuro, en juego al aumentar gases de efecto invernadero OMM

“El futuro bienestar de la humanidad está en juego”, afirmó el secretario general de la Organización Meteorológica Mundial (OMM), Petteri Talas, al conocerse que las concentraciones de los principales gases de efecto invernadero que atrapan el calor en la atmósfera alcanzaron nivel récord el año pasado.

«Nuevamente hemos batido récords en las concentraciones de dióxido de carbono y ya hemos excedido el nivel de 400 ppm (partes por millón) que se consideraba un nivel crítico. Esta concentración de dióxido de carbono continúa y continúa, y el aumento del año pasado fue en promedio casi el mismo que hemos estado observando en los últimos 10 años», indicó.

De acuerdo con el reporte presentado este día, la OMM señaló que el dióxido de carbono (CO2), el metano y el óxido nitroso que causan el calentamiento global aumentaron más del doble el año pasado.

Reveló que “la última vez que ocurrió en la Tierra una concentración de CO2 como la actual fue hace entre tres y cinco millones de años, cuando la temperatura era de 2 a 3 grados más cálida y el nivel del mar era entre 10 y 20 metros superior al actual”.

En conferencia de prensa en la sede de la OMM en Ginebra, Suiza, Talas llamó a los gobiernos para revertir la dependencia de la energía proveniente de combustibles fósiles, y cumplir con el Acuerdo de París sobre el Cambio Climático de 2015.

El Acuerdo de París sobre el cambio climático, que se logró el 12 de diciembre de 2015 en la capital francesa, es un plan global de acción para limitar el calentamiento del planeta a 2°C.

Se deben promover “fuentes de energía renovables, ya que producimos el 85 por ciento de la energía global con minerales fósiles: carbón, petróleo y gas, y solo el 15 por ciento proviene de energía nuclear, hidroeléctrica y solar. Para tener éxito en la implementación del Acuerdo de París, deberíamos revertir esos números”, destacó Talas.

El funcionario explicó que las regiones y países que más contaminaban «solían ser Europa y América del Norte, especialmente Estados Unidos, pero China se ha convertido en el emisor número uno, junto con un crecimiento fuerte de emisiones también en los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE)”.

“Esto demuestra que hay que tener un pensamiento global para resolver el problema. Ni la Unión Europea ni Estados Unidos pueden resolverlo solos, ni China; se debe involucrar a todos los países. Si bien los gobiernos entienden que esto es un desafío, también lo hace el sector privado, que cada vez está más interesado en encontrar soluciones», puntualizó.

China anunció a finales de septiembre que implementaría de manera firme el Acuerdo de París, que establece medidas para reducir los Gases de Efecto Invernadero (GEI), además de cumplir sus compromisos y promover el establecimiento de un mecanismo de gobernanza climática global equitativo, racional y beneficioso.

“China siempre ha otorgado gran importancia a abordar el cambio climático y mantiene una estrategia nacional de igual importancia a la mitigación y la adaptación”, afirmó en ese entonces el Ministerio de Relaciones Exteriores.

Mientras tanto, el mandatario estadunidense Donald Trump, reiteró en octubre pasado que su país se retirará del mecanismo, al sostener su criticado argumento de que no castigará a la población con un mal negocio que “enriquece a los contaminadores extranjeros”.

Como lo ha hecho desde el 1 de junio de 2017, cuando anunció el retiro estadounidense del pacto sobre cambio climático, el mandatario defendió su decisión de eliminar regulaciones de la industria energética y advirtió que sus políticas pro combustibles fósiles han convertido a este país en una superpotencia energética.

De acuerdo con la OMM, “el dióxido de carbono es considerado dañino en un contexto de calentamiento global porque “permanece en la atmósfera durante siglos y en los océanos por más tiempo, explicó la agencia”.

Respecto al metano, que es responsable del 17 por ciento del forzamiento radiativo, Talas señaló que «también hemos estado batiendo récords», ya que el aumento del año pasado «fue el segundo más alto en la última década».

Cerca del 40 por ciento del metano proviene de fuentes naturales, como humedales y termitas, mientras que el 60 por ciento proviene de actividades humanas, como cría de ganado, arrozales, minas, vertederos y la quema de biomasa.

Talas refirió que «el óxido nitroso ha contribuido aproximadamente el 6.0 por ciento del calentamiento hasta ahora y proviene en gran medida de las tierras de cultivo”.

Desde 1990, el efecto de calentamiento que ejercen los gases de efecto invernadero de larga duración ha aumentado en un 43 por ciento, siendo el CO2 el causante de aproximadamente un 80 por ciento de ese incremento, puntualizó OMM.