El Gobierno de México apuesta por sindicatos fuertes y legitimados por la base trabajadora, por lo que es fundamental aplicar los principios del voto personal, libre, directo y secreto cuando se elijan dirigencias gremiales, se resuelvan conflictos intersindicales y se avalen los contratos colectivos, afirmó el subsecretario del Trabajo, Alfredo Domínguez Marrufo.
«Solo con dirigencias legitimadas y representativas, las organizaciones obreras tendrán la capacidad de interlocución no solo con los empresarios, sino con las autoridades, y esa capacidad de acción que sin importar ideologías y colores permitan cumplir el objetivo de mejorar el nivel de vida de los trabajadores», subrayó.
En la modernización del mundo laboral, que se vive en México desde el 1 de mayo pasado, si los sindicatos no forman parte del cambio cometerán un grave error, pues no podrán incidir en la mejora de los trabajadores, refirió el funcionario de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS).
Al participar en una reunión informativa sobre el nuevo sistema de justicia laboral y democracia sindical, convocado por el Congreso del Trabajo, donde participaron además dirigentes de la Unión Nacional de Trabajadores (UNT) y la Confederación Revolucionaria de Obreros y Campesinos (CROC), Domínguez Marrufo agregó que la democratización de las centrales obreras pasa también por la transparencia de sus acciones.
Por ello, enfatizó el subsecretario del Trabajo, cuando un trabajador conoce todo lo que sucede al interior de su sindicato «se integra a sus labores, pero cuando es excluido se aleja y no participa».
De esta forma, el futuro del mundo del trabajo es un reto para todos, porque se realizan cambios importantes y si los trabajadores no están informados ni organizados para participar nos podemos quedar atrás en la ola de cambios que se realizan en el ámbito laboral en el mundo, puntualizó.