El presidente Donald Trump e importantes funcionarios del gobierno de Estados Unidos renovaron el martes la presión sobre el Congreso para que ratifique el pacto comercial T-MEC entre Estados Unidos, Canadá y México, después de que un líder sindical dijo que había más que revisar en el tratado.
La Casa Blanca ha dicho que los esfuerzos de los demócratas de la Cámara de Representantes para apuntalar la aplicación de disposiciones laborales y ambientales integradas en el acuerdo comercial, que son preocupaciones sindicales clave, son puramente asuntos políticos.
Trump acusó a la presidenta de la Cámara, Nancy Pelosi, de no sacar el proyecto de ley «de su escritorio», pese a que los demócratas, los sindicatos y los agricultores estaban a favor. «Está usando el T-MEC, porque no tiene los votos para el juicio político», dijo Trump, sin presentar evidencia.
Pelosi estimó la semana pasada que era inminente un avance de las conversaciones. Pero enfrenta la continua oposición de sindicatos que se sintieron perjudicados por el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) promulgado en 1993.
El presidente de la Federación Estadounidense del Trabajo y Congreso de Organizaciones Industriales (AFL-CIO, por sus siglas en inglés), Richard Trumka, sostuvo el lunes a los miembros del sindicato en Maryland que el TLCAN había sido un «desastre para los trabajadores» y que sólo en Maryland se habían perdido más de 70 mil empleos de manufacturas.
«Hemos estado presionando a la Casa Blanca específicamente sobre el TLCAN por más de dos años, avanzando lentamente, pero todavía no lo logramos», dijo Trumka, según extractos de sus comentarios proporcionados a Reuters por un portavoz de AFL-CIO.
El secretario de Comercio, Wilbur Ross, afirmó el martes que el acuerdo incluye disposiciones ambientales y protecciones para los trabajadores mucho más duras que cualquier acuerdo comercial previo de Estados Unidos.
«No tenemos dudas de que si la presidenta Pelosi lo pasa a la sala, será aprobado de forma abrumadora», dijo Ross a un programa de radio el martes en la Casa Blanca, en parte de una serie de entrevistas que el gobierno organizó sobre el acuerdo comercial.
El T-MEC, firmado por los tres países hace alrededor de un año en un esfuerzo por reemplazar el TLCAN que mueve 1 billón de dólares, debe ser aprobado por los legisladores de cada nación.
México ya ratificó el nuevo tratado, mientras que Canadá dice que espera moverse en línea con Estados Unidos.
El líder sindical enfatizó en la necesidad de solidaridad en esta etapa «más crítica» de negociaciones y aseguró que el sindicato está preocupado sobre la capacidad de México de implementar y sostener reformas laborales.