El Buen Fin es «un mal chiste» cuando a un 40 por ciento de los mexicanos no les alcanza ni para comprar la canasta básica y al desempleo en este año ya afecta al 4 por ciento de la población, aseveró la Alianza Nacional de Pequeños Comerciantes (Anpec).
Al rechazar «la campaña consumista», que se llevará a cabo entre el 15 y 18 de noviembre, sostuvo que con el estancamiento económico en el que se encuentra México es «doloso» tentar a los consumidores para que se embarquen y se endeuden más con supuestas ofertas para comprar, por ejemplo, una pantalla de televisión.
La feroz lucha por los aguinaldos que algunas empresas y dependencias públicas adelantan, explica por qué cadenas como Walmart, que desertó de El Buen Fin, y otras que aún participan en él, se hayan adelantado por uno o varios días a la campaña.
«Saben de antemano que el consumo será limitado y, quien ofrezca primero se llevará la mayor parte de las ventas», manifestó Cuauhtémoc Rivera, dirigente de la Anpec.
Entrega adelantada de aguinaldos genera deudas decembrinas
La organización se pronunció por que los aguinaldos de los trabajadores no sean entregados en noviembre, sino hasta diciembre, para hacer frente a gastos de fin de año y la pesada cuesta de enero.
Adelantar el aguinaldo por El Buen Fin desemboca en deudas decembrinas y la gente recurre a empeñar sus pertenencias o utiliza sus ahorros, dijo Rivera.
Incluso pidió que El Buen Fin se lleve a cabo en diciembre, demandó al gobierno fomentar el consumo responsable y a los mexicanos rechazar el consumismo suntuario.
«Con un panorama desalentador de apenas un 0.1 por ciento de crecimiento este año, propiciando un clima de desempleo, salarios mal remunerados, bajo poder adquisitivo; provocando una mala calidad de vida y un panorama de incertidumbre financiera, promover El Buen Fin pareciera un chiste de mal gusto», sentenció.
La Anpec, dijo, «rechaza rotundamente esta campaña de marketing consumista que promueve un consumo emocional». No es malo que la gente compre productos de diversa índole, aclaró, pero tampoco son imprescindibles y, sobre todo, la gente gasta más de lo que tiene porque «se contagia por el bombardeo mediático y hacen compras por impulso”.
Así, para la Anpec El Buen Fin «no es una verdadera ventaja de compra sino una vía efectiva para el endeudamiento y la morosidad».
Resultó ser, abundó, una pésima copia del Black Friday que se realiza en Estados Unidos, ya que muchas promociones son de productos obsoletos y se cargan los intereses al venderlos a meses.
Los consumidores, recomendó Rivera, deben actuar con mesura, y no caer en espejismos con supuestas ofertas que pueden generar dolores de cabeza posteriormente.