El gobierno de México solicitó convocar a la Organización de Estados Americanos (OEA) a una sesión extraordinaria con el fin de tratar la situación que se vive en Bolivia, tras la renuncia de Evo Morales a la presidencia de ese país.
Lo anterior, a través de su representación permanente y mediante una petición remitida a la presidencia del Consejo Permanente de la OEA, la cual debe ser atendida según lo previsto en el artículo 37 del reglamento del Consejo.
Esta mañana, el gobierno de México deseó una solución “pacífica” y “democrática” a la crisis política y social que se vive actualmente en Bolivia y afirmó que su relación con aquel país dependerá de lo que ocurra las próximas horas.
“Nosotros no podemos dar sugerencias o proponer acciones en Bolivia. México lo que está haciendo es aplicar su Constitución y otorgar asilo a Evo Morales, hasta ahí llega nuestra participación”, dijo el titular de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), Marcelo Ebrard, en conferencia de prensa.
“La vida interna (de Bolivia), que la decidan los bolivianos“, añadió.
Ebrard dijo que México lo que desearía en la crisis del país suramericano “es que hubiera una salida pacífica y democrática apegada las Constitución, eso es lo que desearíamos”.
El canciller confirmó que la postura que México va a plantear es que “se respete el orden constitucional y legal en Bolivia y que haya una salida democrática y pacífica, trataremos de contribuir a eso”.
Dijo que la OEA “debe pronunciarse sobre los hechos acontecidos en Bolivia y debe jugar un rol diferente para que pueda haber un encuentro entre diferentes partes en Bolivia”.
Además, consideró que el organismo debe jugar “un rol diferente” para impulsar el diálogo en Bolivia.