Por Arturo Lino Guzmán
TEOTIHUACÁN, Edo de Méx.- En San Juan Teotihuacán y sus alrededores, las actividades turísticas tienen múltiples posibilidades, pues los tour-operadores del destino han encontrado fórmulas que permiten englobar y combinar el turismo de aventura, de naturaleza, con el cultural, la gastronomía y las tradiciones, por lo que en este destino, que recibe cerca de cinco millones de visitantes al año, ha logrado que el crecimiento en el sector continúe y haya mayor interés por conocer las facetas inexploradas de ese sitio mexiquense.
Una de las ventajas que hay aquí y concretamente en la Zona Arqueológica de Teotihuacán llamada “La Ciudad de los Dioses” es que se encuentra a sólo hora y media del mercado emisor de turistas más importante del país: la Ciudad de México; además, el Estado de México colinda con Hidalgo, Tlaxcala, Morelos, Guerrero, Michoacán, Querétaro y Puebla, que en conjunto forman un importante bloque de opciones turísticas, por estar a poca distancia entre sí.
Los turistas que realizan un recorrido en bicicleta, por más de tres horas, además de hacer ejercicio pueden conocer la fantástica historia de este sorprendente lugar que fue abandonado por los Teotihuacanos en el año 700 D. C, quienes dejaron muchos enigmas que los arqueólogos hasta ahora no han podido descifrar, como es el hecho del por qué decidieron deshabitar las magníficas construcciones, su ciudad bien estructurada con las impresionantes pirámides del Sol y la Luna.
Por cientos de años, Teotihuacán permaneció oculta hasta que en los años de 1400 fue descubierta por los Mexicas que se sorprendieron por lo que ahí encontraron vestigios de una cultura avanzada: Los Teotihuacanos de magnífica organización social.
Todo aquí tiene una razón de ser, las pirámides están alineadas a las condiciones del terreno, al entorno de los montes que se encuentran alrededor, con vistas desde diferentes ángulos, tiene una asimetría con las partes elevadas y montañosas y la gran mayoría de las construcciones fueron dedicadas a alguna deidad. La Calzada de los Muertos, que es la arteria principal de la ciudad, fue llamada así porque los Mexicas creyeron que los pequeños edificios de piedra que están en ese tramo eran tumbas u ofrendas dedicadas a los muertos, cosa inexacta.
Hacer el viaje en bicicleta (Ride en Teotihuacán) y tener el contacto con los construido por nuestros antepasados, es de verdad una de las verdaderas experiencias que se debe vivir y es todo un reto imaginar cómo era ese lugar hace 2,500 años a. C. hasta 200 años d. C., donde las migraciones eran frecuentes en el altiplano o la parte central del ahora territorio mexicano, en el que florecieron diferentes culturas que dejaron un maravilloso legado de esplendor.
De acuerdo a los expertos como Maurici Carbó, Director de Sport Tourism Consulting, de Barcelona, España, una de las tendencias actuales en turismo son los recorridos por bicicleta en las grandes ciudades, en las zonas rurales, para los trayectos en montaña y senderos en bosques o selvas que permiten la movilidad a quienes hacen turismo de aventura.
Son los tour operadores, empresarios jóvenes los que se han encargado de crear productos turísticos que son cada vez más demandados por los que visitan el destino. Esos paseos culturales van acompañados con actividades de aventura y gastronomía. En este caso algunos restaurantes tienen contemplado cocinar con los visitantes comida prehispánica que va de preparar platillos con productos que se consumían en ese entonces: escamoles, chapulines, hongos, gusanos de maguey, salsa de chimicuiles, nopales, xoconoztle, epazote que prepara al horno el Chef Andrés Pérez y constituyen una experiencia el cocinarlos, sobre todo comerlos.
Pero si eso no es suficiente, volar en globo aerostático (Sky Baloom) por la zona arqueológica y los seis pueblos que la colindan completa la experiencia y sobre todo si el vuelo suave tiene la suerte de pasar por encima de alguna de las pirámides, se vivirá algo inolvidable. Sentirse libre, transportado por el viento a lugar indefinido, en pleno amanecer, con la emoción a flor de piel a pesar del frio que cala en todo el cuerpo; se avivan los sentidos, se logra un estado de comunión con el elemento aire.
No hay nada como la libertad y el turismo de aventura, tiene una definición: es libertad, disfrute de los elementos, de la naturaleza, de la contemplación, de saber de nuestra condición humana y la posibilidad de la reflexión, de adquirir mayor conocimiento de las cosas, de sentirse pleno, auténtico a través del contacto con la flora y fauna.
Los organizadores de la feria de Turismo de Aventura (ATMEX), son los encargados de brindar experiencias sobre todo a los tour-operadores extranjeros, en el marco de los trabajos de este evento, para que conozcan la oferta turística que tiene México en diversos estados y que sean promovidos en otros países, esto es dar a conocer aquellos aspectos desconocidos para mucha gente.
El sector hotelero de la región se ha unido a este esfuerzo colectivo de emprendedores y brindan alojamiento decoroso y de calidad en sus establecimientos lo que hace que la oferta turística sea completa de tal manera que hoy los visitantes puedan elegir diferentes opciones de actividades a realizar.
Detonar el potencial que tienen los destinos o lugares y sus aspectos desconocidos, es fundamental para despertar el interés de los visitantes que buscan emociones nuevas y las hay en Teotihuacán como es la visita a las cuevas subterráneas que se encuentran prácticamente debajo de la zona arqueológica, que servían de refugio cuando tenían la necesidad de esconderse en las batallas que libraran con otros pueblos.
Descifrar misterios ha sido siempre una vocación natural de las personas y Teotihuacán en sí, es un gran misterio.