El Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) informó del hallazgo de trampas prehistóricas para la caza de mamuts en el poblado de San Antonio Xahuento, de las cuales, investigadores rescataron 824 huesos de al menos 14 ejemplares, y el hallazgo confirma que hace más de 14 mil años hubo presencia de grupos humanos en el continente americano, que, en una acción estratégica y organizada, cazaban a los grandes herbívoros.
Pedro Francisco Sánchez Nava, coordinador nacional de Arqueología del INAH, planteó que las imágenes que muchos compartimos en libros de texto y que se tenían como hipótesis de que “bandas humanas” efectuaban la caza de mamuts en suelo pantanoso, es confirmada con el hallazgo de la “línea de fosas” encontradas en este municipio y que, el descubrimiento, es “parteaguas” en la prehistoria del continente americano.
Planteó que las investigaciones confirman que grupos humanos sí efectuaban la caza de mamuts, era algo sistemático, organizado y estructurado, para el aprovechamiento de carne, pieles, huesos y grasa de los grandes ejemplares.
En el sitio denominado “Tultepec 2” fueron encontrados elementos que confirman la construcción de fosas en la orilla del ex lago de Xaltocan.
Sánchez Nava, Salvador Pulido Méndez y Luis Córdoba Barradas -los dos últimos, director de Salvamento Arqueológico y arqueólogo responsable de las excavaciones del INAH, respectivamente-, ofrecieron este miércoles una conferencia de prensa en la cual dijeron que “Tultepec 2” es el hallazgo paleontológico más importante del país, por la gran cantidad de restos óseos de mamut y su relación con grupos de cazadores.
Luis Córdoba Barradas explicó que, durante las excavaciones, fueron quedando al descubierto una serie de fosas con cortes verticales, de muros de 90 grados de inclinación, de un metro 70 de profundidad y 25 metros de diámetro, que fueron construidas a propósito para atrapar, matar y destazar mamuts.
Córdoba planteó que las trampas prehistóricas tienen una antigüedad de más de 15 mil años, que fueron excavadas en suelo arcilloso del ex lago de Xaltocan, en la parte baja del cerro de Tultepec, donde probablemente se habría establecido un asentamiento de cazadores.
Dijo que la presencia de mamuts en la cuenca del Valle de México coincide con el momento de la gran erupción del volcán Popocatépetl de hace 14 mil 700 años; pues en los estratos de suelo de las excavaciones y en restos óseos de mamut, se advierte ceniza volcánica, que permite plantear que, en ese momento, incluso, hubo migración de animales del oriente al poniente del Valle de México.
El arqueólogo comentó que aún se trabaja en una franja de 130 metros donde se siguen extrayendo restos de huesos de mamut, no completos, si acaso uno de los ejemplares tendría las tres cuartas partes de su estructura ósea; detalló que dentro de las fosas se encontraron fémures, vértebras, pelvis, escápulas y defensas, que son extraídas con cuidado y llevadas a bodegas del Museo de El Mamut, ubicado en el barrio de San Rafael.
Detalló que se parte de los huesos de los grandes ejemplares, fueron empleados como herramienta para destazar a los mismos animales dentro de las fosas de cacería, pues a cinco esqueletos les fueron extraídas parte de las costillas, que eran empleadas para recargarse y cortar carne; asimismo, una “ulna” (el cúbito de un hueso largo) está pulida y posiblemente era empleada para retirar grasa de la piel.
Al parecer el mamut, del cual se recuperó dos tercios de su osamenta, era un ejemplar grande y fuerte que habría sido perseguido en varias ocasiones por bandas de cazadores, pues tenía marcas de ataque e incluso una de sus defensas (colmillos) está más chico que el otro; se presume que, al ser atrapado y asesinado, sus depredadores debieron rendirle una especie de respeto debido a que sus huesos estaban acomodados de manera particular, diferente a los demás.
Salvador Pulido Méndez, director de Salvamento Arqueológico, planteó que “todavía tenemos mucho que investigar en esta zona, espero tengamos recursos suficientes y las posibilidades reales para ampliar una investigación que abarque más allá de los huesos de mamut localizados aquí, que es una huella muy importante del desarrollo de la humanidad en este lugar en particular”.
Insistió que sería importante trasladar las investigaciones hacia la parte baja de la Loma de Tultepec, zona cerril aledaña al ex lago de Xaltocan, donde podría haber indicios del asentamiento humano de cazadores que se estableció en la región y que sería reveladora de todo el hábitat y costumbres de la caza de mamut en un determinado momento.
El alcalde de Tultepec, Armando Portuguez Fuentes, planteó que el predio en cuestión era acondicionado para ampliar el relleno sanitario municipal, cuando se efectuó el hallazgo de las osamentas y el hecho fue reportado al INAH, ahora habrá que esperar cual será el destino del paraje.
Durante la conferencia, se informó que el sitio de investigación «Tultepec 2» se localiza a diez kilómetros del proyecto de Aeropuerto de Santa Lucía, donde también se realizan investigaciones arqueológicas, y no se descartó que como parte de la región, en dicho lugar se localicen restos óseos de mamuts.