El sacerdote Alejandro Solalinde Guerra, precisó que la liberación de Ovidio Guzmán por parte del Gobierno Federal fue una decisión que tuvo que tomar el Presidente Andrés Manuel López Obrador «porque primero estaba la vida de personas inocentes».
En su estancia en Mérida, el activista de los derechos humanos y migrantes aseguró que el único error cometido en el caso de Culiacán, Sinaloa, fue la forma precipitada en como actuaron las corporaciones de seguridad, las cuales no esperaron la orden de aprehensión en contra de Ovidio Guzmán.
«Estamos en una forma de gobernar; la idea del Presidente no es la violencia sino solucionar los problemas», opinó, «hemos heredado un país con mucha violencia, por ello a dinámica social es el que la hace la paga».
Pero dijo que no es tan fácil, «ya que el mal no se puede combatir con el mal», reiteró.
Ovidio Guzmán López es el hijo de Joaquín «El Chapo» Guzmán y su segunda esposa, Griselda López.
Se cree que tiene un papel importante en el cártel de Sinaloa, según el Departamento del Tesoro de Estados Unidos, y supuestamente habia una orden de aprehensión en su contra.
En febrero, Ovidio Guzmán López fue acusado por el Departamento de Justicia de Estados Unidos de conspiración para distribuir drogas para ser importadas a ese país junto con su hermano Joaquín Guzmán López, de 34 años de edad.
Solalinde dijo que el Presidente López Obrador no quiere hacer las cosas fuera de la ley, «en cambio si fuera otro gobierno se hubieran llevado a esta persona sin orden de aprehensión, con lo cual se viola ley», dijo.
Puntualizó que salvar la vida de personas inocentes es más importante que la captura de un narcotraficante.
«Además se evitó una masacre y una carnicería en Sinaloa, la realidad», acotó.
Solalinde Guerra aseguró que el hecho de que AMLO haya liberado a Ovidio Guzmán no significa que el caso esté cerrado sino que solamente se pospuso su detención.
«Al presidente no le quedó de otra; actuó como tenía que hacerlo, no como hubiese querido», sentenció.