Irma Eréndira Sandoval destaca legado de su padre, Pablo Sandoval

La secretaria de la Función Pública, Irma Eréndira Sandoval Ballesteros, recordó a su padre Pablo Sandoval Ramírez, a 19 años de su muerte, como un «hombre humanista y visionario de futuro» que se «se entregó a las mejores causas del pueblo mexicano».

En un homenaje en el que estuvieron familiares y amigos del líder político guerrerense (1944-2000), Sandoval Ballesteros dijo que su padre fue «un hombre íntegro y congruente que hizo de la lucha contra la injusticia su proa visionaria» hasta el último aliento de su vida.

Recordó que fue rebelde desde niño, cuando incluso corrigió a una profesora sobre el lugar de nacimiento de Vicente Guerrero. Ella decía que había nacido en Tuxtla Gutiérrez y él Sandoval Ramírez le aclaró que fue en Tixtla, Guerrero, tierra natal de ambos.

De joven fue «un líder indiscutible de la lucha por la autonomía universitaria en su estado natal durante los años sesenta» y dirigió luchas en diferentes instituciones y grupos, lo que le llevó incluso a la cárcel, pero le dio el temple «para las grandes acciones que todavía estaba por encabezar».

Sandoval Ballesteros destacó que su padre escribió «abundantes textos políticos, y de reflexión teórica e histórica», aunque no todos los publicó, y dijo que fue «un demócrata y un universitario congruente y decidido como profesor universitario, como defensor y arquitecto de la autonomía universitaria y la libertad sindical».

«Mi padre siempre fue un referente de la mística de izquierda, nunca fue oportunista, un arribista, un hombre violento, antisocial o inmaduro, siempre fue generoso, cuidadoso, amistoso, responsable, sobrio, culto y solidario. No se subía a los partidos cuando la cosecha electoral estaba ya madura y los frutos listos para ser arrancados», enfatizó.

Resaltó que Sandoval Ramírez llegó a ser diputado federal electo por el distrito de «su adorado» Acapulco, y «logró ser el primer diputado de origen guerrerense en presidir la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados y del Congreso de la Unión».

Lamentó que Sandoval Ramírez haya muerto tan joven, a los 56 años el 22 de octubre del año 2000, pero afirmó que quedó marcado como «emblema de una generación histórica de jóvenes revolucionarios».

Expresó que su padre fue de «esos jóvenes visionarios y luchadores de los sesentas que se inspiraron en las más limpias tradiciones antiimperialistas y de las luchas heroicas por la soberanía nacional».