Debaten por qué Francisco J. Múgica es ‘el presidente que no tuvimos’

¿Quién fue Francisco J. Múgica?, ¿Qué papel jugó al lado de figuras como Francisco I. Madero, Venustiano Carranza y Lázaro Cárdenas? ¿Por qué siendo un hombre que siempre luchó por una verdadera justicia social, por la repartición de las tierras, por los derechos colectivos, por darle un mejor contenido a la Constitución Mexicana de 1917; por una educación popular, gratuita y laica, además de ser figura clave durante la expropiación petrolera; por qué no fue presidente de México?

Tales cuestionamientos se debatieron en la presentación del libro Francisco J. Múgica. El presidente que no tuvimos, escrito por la investigadora Anna Ribera Carbó, en el marco de la 19 versión de la Feria Internacional del Libro del Zócalo, como parte de la programación de la Brigada para Leer en Libertad.

Con la participación de Paco Ignacio Taibo II, Francisco Estrada, Francisco Pérez Arce y la autora, durante la presentación se habló de la relevancia en la historia de México y el presente, de la figura de Francisco J. Múgica. «Un personaje entrañable, de rostro apacible y amable, pero de carácter rudo».

Como una forma de reconocer su lucha y trayectoria, comentóTaibo, actualmente se impulsa una iniciativa para que sus restos descansen y se encuentren en el Momento a la Revolución.

De acuerdo con la autora, la figura y vida política de Francisco J. Múgica estuvo presente en distintos momentos de mayor relevancia en la historia revolucionaria y posrevolucionaria de nuestro país.

«Preocupado por la justicia y las causas sociales, participó desde lo que fue el primer reparto agrario, hasta lo que fue la expropiación petrolera».

Parte de su lucha y activismo fue haber vivido en la clandestinidad durante el gobierno de Álvaro Obregón y ser director del penal de las Islas Marías, durante el gobierno de Cárdenas, con quien mantuvo una estrecha amistad y afinidad política e ideológica, hasta que devino la sucesión presidencial, momento en el que hubo un distanciamiento entre ambos, y Múgica decide unirse a la campaña presidencial de Miguel Henríquez Guzmán, en 1940.

Múgica «es uno de esos personajes históricos que acompañó a Madero, a Carranza y a Cárdenas, que han quedado minimizados por esas grandes figuras, pero cuya relevancia para la transformación social del país, fue determinante».

En su momento, explicó Ribera Carbó, José Revueltas quien por distintas experiencias personales lo denostó, posteriormente reconoció que Múgica, con sus ideas, «había rebasado a los comunistas (de aquella época) por la izquierda».

En la presentación del libro se discutió si el presidente Lázaro Cárdenas había cometido un error al no apoyar como su sucesor a la presidencia a Francisco J. Múgica.

Para Francisco Estrada y Paco Ignacio Taibo II, Cárdenas sí cometió un error, mientras que para Pérez Arce y la autora, no fue así, debido a las circunstancias políticas, económicas y sociales del momento que enfrentaba Cárdenas.

«Si con la expropiación petrolera se afectaron intereses muy poderosos, entre otras cuestiones, la candidatura a la presidencia de Múgica apareció como muy problemática».

De ahí que Cárdenas, dicen que comentó, «no era el momento» y prefirió consolidar las transformaciones sociales ya ganadas, antes que provocar una especie de guerra civil, con la derecha en pie de mucha.

Aunque también, comentaron en la presentación del libro, Cárdenas luego se arrepentiría de la llegada a la presidencia de Manuel Ávila Camacho.

Al margen de dicha decisión, consideron todos, el rescate de la figura de Francisco J. Múgica, para la vida contemporánea del país, es fundamental.

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