El gobierno socialista español denunció la violencia «generalizada en todas las protestas» independentistas llevadas a cabo en Cataluña, al día siguiente de la condena a 12 de los líderes del movimiento separatista.
«Es evidente que no estamos ante un movimiento ciudadano pacífico, sino coordinado por grupos que utilizan la violencia en la calle para romper la convivencia en Cataluña», escribió en un comunicado el gobierno, en una noche en que se vivieron escenas de guerrilla urbana en Barcelona, con barricadas ardiendo y cargas policiales.
«Una minoría está queriendo imponer la violencia en las calles de las ciudades catalanas, especialmente Barcelona, Tarragona, Girona y Lleida», añadió el gobierno, refiriéndose a las concentraciones celebradas frente a las respectivas delegaciones del gobierno central.
«Grupos violentos de manifestantes han atacado las sedes de las subdelegaciones en Tarragona, Girona y Lleida, y están provocando destrozos y actos vandálicos en otras localidades catalanas», agregó.
El ejecutivo de Pedro Sánchez concluyó por ello que «la violencia de esta noche está siendo generalizada en todas las protestas», y prometió que en todo momento va a «garantizar la seguridad y la convivencia en Cataluña», con «firmeza, proporcionalidad y unidad».
El independentismo había convocado las protestas este martes, al día siguiente de conocerse las condenas del Tribunal Supremo contra 12 líderes separatistas procesados este año. Nueve de ellos recibieron condenas de entre 9 y 13 años de cárcel.
El lunes ya hubo disturbios en el aeropuerto de Barcelona, bloqueado parcialmente por unos 10 mil manifestantes independentistas, contra los que terminó cargando la policía regional catalana, los Mossos d’Esquadra, dependientes del ejecutivo separatista catalán.