El paso del tifón Hagibis este fin de semana en Japón ha causado hasta el momento la muerte de 56 personas, así como 15 más están desaparecidas y unas 204 resultaron heridas.
Según reportes de la cadena de noticias NHK, las labores de limpieza ya se desarrollan en diversas áreas, donde se teme que haya más fallecidos.
El tifón causó inundaciones por el derrumbe de muros de contención en ríos y deslizamientos de tierra en el centro y noreste de Japón y en las prefecturas cerca de esta ciudad capital, así como los niveles de agua de algunos ríos permanecen altos.
«Las autoridades meteorológicas están pidiendo a la gente que permanezca alerta y que se mantenga alejado de lugares peligrosos como ríos y laderas de montañas», señaló la cadena noticiosa.
De igual modo, se dio a conocer que los trabajos de limpieza y rescate continúan, por lo que socorristas laboran incansablemente para poner a salvo a la población que se encuentra varada o en refugios.
En este sentido, el secretario general de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), António Guterres, lamentó la destrucción y pérdida de vidas tras el paso de este tifón, así como elogió el papel de liderazgo que Japón está desempeñando en la resiliencia climática y su «preparación extensa y eficiente para este último evento de clima extremo».
La Organización Meteorológica Mundial (OMM) ha descrito a este fenómeno como una de las tormentas de mayor impacto en muchos años en la nación asiática, el cual provocó vientos huracanados, precipitaciones récord, marejadas devastadoras e inundaciones costeras e interiores.
Hagibis tocó tierra el sábado, al sur de la capital, Tokio, antes de moverse hacia el norte y ha provocado devastación y daños generalizados en ciudades densamente pobladas e infraestructura. Se cree que los fallecimientos se deben principalmente a deslizamientos de tierra, o de ser arrastrados por las inundaciones.