Por Susana Vega López, (Enviada)
TOLUCA, Edo. Méx.- El lugar es único. Al caminar por los pasillos inmediatamente se siente una paz, una tranquilidad, una curiosidad por saber quiénes y cómo vivieron en este recinto -construido en 1697- los integrantes de la Orden de los Carmelitas Descalzos de San José de Toluca de la Nueva España, aunque también guarda otras historias pues fue ocupado por mujeres, jóvenes, niños y enfermos ya que fue Escuela de Señoritas; de Artes y Oficios; Orfanato y Hospital Civil.
Es un edificio de estilo neoclásico con detalles barrocos y platerescos por lo que estar ahí es una experiencia cultural extraordinaria.
En septiembre de 1945, lo que fuera el ex convento de La Purísima Concepción de los Carmelitas Descalzos construido a finales del siglo XVII, fue nombrado Museo de Bellas Artes por el entonces gobernador del Estado de México, Isidro Fabela.
Es el único convento completo que queda en la capital del Estado de México –al lado se encuentra la Iglesia- pues el de La Merced y San Juan de Dios ya desaparecieron.
Al entrar a las salas, admirar la obra expuesta, subir las escaleras y continuar con la visita a este recinto se experimentan emociones de calma y serenidad que lleva a la reflexión, al pasado, al presente.
Se siente el misticismo porque la música ambiental es sacra y nos remite a siglos atrás cuando los monjes vivían en este sitio que hoy se conserva en esta ciudad como Patrimonio Histórico. No menos interesante resulta la vida de las otras personas que ocuparon el inmueble.
Se puede apreciar una réplica de una Pila Bautismal cuyo peso impide que se mueva de su lugar. Está hecha de piedra que fue laboriosamente labrada con inscripciones en latín. Mide aproximadamente un metro y medio y cuenta con un diámetro de poco más de un metro.
Desde el pasado mes de abril y hasta el 27 de este mes de octubre en el Museo de Bellas Artes se exhiben 145 piezas del maestro de las artes plásticas, Leopoldo Flores, que incluyen obras inéditas y algunos bocetos del Cosmovitral. Por cierto, muchos hemos visitado este lugar, pero pocos sabemos que fue Leopoldo Flores, pintor, escultor y muralista mexiquense quien diseñó la obra que da vida a este sitio lleno de plantas y flores que dan orgullo e identidad a la población.
De vuelta con el Museo de Bellas Artes, bajo el tema: “Leopoldo Flores Hombre Universal” se da cuenta de la concepción del hombre en el universo y en la vida cotidiana del hombre. En un juego de palabras el maestro comenta que, si el hombre existe en el universo, el universo existe en el hombre, y da rienda suelta a cómo vio la vida del ser humano en la tierra y en el universo, en la época pasada y en la actual.
Para ello se vale de imágenes que semejan a Cristo. Es una pintura abstracta, surrealista y figurativa donde la obra del gran maestro de las artes plásticas exhibe al ser humano: cómo lleva su vida cotidiana, y sus imágenes reflejan que no es precisamente Cristo Jesús quien sufre, sino que es el vivir del ser humano en su día a día.
Se observa a un Cristo vendado de la cabeza, de ojos cerrado, con lo que el artista trata de decir que la vida cotidiana la pasamos con los ojos cerrados. Se aprecia otra pintura con tonos azules donde el Cristo se autoflagela y carga una cruz porque el ser humano siempre se echa cruces a cuestas que ni son suyas y carga sufrimientos que no le corresponden. La corona que porta es de alambre de púas, relacionado con la parte laboral.
Para crear su obra, el maestro Leopoldo Flores –nacido en el municipio de Tenancingo el 15 de enero de 1934 y muerto el 3 de abril de 2016- primero se documentó sobre el tema, donde se habla de la pasión, el amor, la vida de Jesús. Cabe señalar que a los 60 años padecía la enfermedad del Parkinson, pero no dejó de crear, de realizar su pasión.
Los colores azules, blancos, grises, rojos y negros destacan en sus obras plasmadas en murales, acrílicos, papel, piedras, maderas y lienzos, con oleos, acuarelas, lápices, pinceles, que fueron parte de sus herramientas. Algunas se muestran en este Museo donde se aprecia su camisa de mezclilla que gustaba vestir.
El rojo era uno de sus favoritos porque, decía el maestro Leopoldo Flores, todos los seres humanos, de cualquier raza, religión o condición social, llevan el color rojo en la sangre.
En días pasados, en el marco del Día Mundial del Turismo, la entrada del ex convento, Museo de Bellas Artes, fungió como sala para la firma del convenio de colaboración entre la Secretaría de Turismo, que encabeza Aurora González Ledezma y el Gerente General de movility ADO, Gerardo Pastrana Santacruz, que permitirá que más turistas lleguen a Toluca y tengan nuevas experiencias, además de la visita del Centro Histórico, del reconocido Cosmovitral, el Pueblo Mágico de Metepec y Ocoyoacac.