Ebrard descarta crimen de odio en tiroteo en Kansas

El canciller mexicano, Marcelo Ebrard, descartó este lunes que fuera un crimen de odio el tiroteo en un bar de Kansas City, Estados Unidos, que dejó cuatro muertos, dos de ellos mexicanos, además de cinco heridos.

«Se descarta crimen de odio, xenofobia o racismo en el tiroteo de Kansas que costó la vida a dos connacionales», apuntó Ebrard en un mensaje en Twitter.

El titular de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) de México compartió una fotografía del documento que contenía los retratos de los presuntos responsables «de acuerdo a información de las autoridades locales».

Según el Departamento de Policía de Kansas City los sospechosos son Hugo Villanueva Morales, de 29 años, y Javier Alatorre, de 23.

Tras los primeros informes de la policía de esa localidad, el suceso se produjo en la madrugada del domingo, sobre la 01.27 hora local, explicó el portavoz de la policía de Kansas City, Thomas Tomasic.

Al llegar al lugar de los hechos, la policía encontró dentro del bar a cuatro personas fallecidas y cinco heridas, estas últimas transportadas a hospitales cercanos, donde se encuentran estables, detalló el portavoz policial.

El tiroteo ocurrió en un lugar llamado Tequila KC Bar y ubicado en el centro de Kansas City, la tercera ciudad más poblada del estado de Kansas.

El bar es un establecimiento privado que solo admite a quienes son miembros. En su web, se describe como «un bar de barrio con bebidas frías y gente fantástica» y su menú incluye tacos, burritos, nachos y pizzas.

En Estados Unidos, donde viven 319 millones de personas, las pistolas exceden el número de habitantes. En concreto, la proporción de armas por cada 100 personas asciende a 120, según recoge «The Small Arms Survey», un estudio elaborado por el Instituto de Altos Estudios Internacionales de la Universidad de Ginebra (Suiza).

Este fue el segundo tiroteo en dos meses en el que se registran víctimas mexicanas.

El 3 de agosto en El Paso, Estados Unidos, un tirador abrió fuego contra una multitud en un centro comercial Walmart de la ciudad fronteriza con Ciudad Juárez, Chihuahua, al que suelen acudir a comprar muchos ciudadanos mexicanos, dejando 22 muertos, entre ellos ocho mexicanos.