Elementos de la Policía Militar y de la Secretaría de Seguridad capitalina resguardan Palacio Nacional para disuadir algún connato o disturbio que pudiera ocurrir cuando los contingentes de la marcha por el 2 de octubre arriben a la Plancha del Zócalo.
Las fuerzas de seguridad, que tienen la consigna de ser un elemento disuasivo, portan extintores, gas lacrimógeno y pistolas para disparar balas de goma, entre otros equipos, para atender eventuales actos de vandálicos.
En la zona también se encuentran bomberos capitalinos e integrantes del «cinturón de paz», para mantener el orden, pues en días pasados, en otras manifestaciones, encapuchados causaron destrozos en diversos negocios y establecimientos, así como en monumentos.