El gobierno de Iraq decretó la implementación de un toque de queda en la capital, Bagdad, después de violentas protestas en varias ciudades que en 24 horas dejaron un saldo de por lo menos nueve personas muertas.
El toque de queda entrará en vigor el jueves y seguirá «hasta nueva orden» para «vehículos y personas en Bagdad».
La policía iraquí disparó con munición real el miércoles para dispersar nuevas manifestaciones en Bagdad, pese a que el presidente del país y la ONU habían exhortado a la calma.
Sometido a su primera prueba popular tras llegar al poder hace casi un año, el gobierno de Adel Abdel Mahdi acusó a «agresores» y a «saboteadores» de haber «provocado víctimas de forma deliberada».
Las protestas continuaban al caer la noche y el gobierno anunció el cierre de la denominada Zona Verde, en el centro de la capital, donde tienen su sede los ministerios y embajadas.
El miércoles, según comprobaron los periodistas de la AFP, hubo disparos en las manifestaciones organizadas en los vecindarios de Al Shaab, al norte de la capital, y de Zaafaraniya, al sur.
Las protestas se han extendido a otras provincias. Seis manifestantes y un policía murieron en la ciudad de Nasiriya, y el resto en Bagdad.
En Zaafaraniya, donde los manifestantes quemaban neumáticos, un periodista de la AFP escuchó cómo silbaban las balas, tal como ocurrió durante varias horas el martes en la plaza Tahrir del centro de la ciudad, de donde partió el movimiento.
Las protestas fueron dispersadas primero con agua a presión, después con gases lacrimógenos y balas de goma, y finalmente con disparos al aire.
Las manifestaciones no tienen detrás a un partido o a un líder religioso y están motivadas por la deficiencia de los servicios públicos o el desempleo.
En Zaafaraniya, donde los manifestantes quemaban neumáticos, un periodista de la AFP escuchó cómo silbaban las balas, tal como ocurrió durante varias horas el martes en la plaza Tahrir del centro de la ciudad, de donde partió el movimiento.
Las protestas fueron dispersadas primero con agua a presión, después con gases lacrimógenos y balas de goma, y finalmente con disparos al aire.
Las manifestaciones no tienen detrás a un partido o a un líder religioso y están motivadas por la deficiencia de los servicios públicos o el desempleo.