Con 458 votos a favor en lo general y 445 en lo particular se aprobó en la Cámara de Diputados el proyecto de decreto por el que se reforman y adicionan diversos artículos a la Ley General de Salud en materia de sobrepeso, obesidad y de etiquetado de alimentos y bebidas no alcohólicas.
Tras una sesión de más de dos horas, en las que se discutió hasta en tres ocasiones los argumentos a favor y en contra de la iniciativa impulsada por al menos ocho promoventes, se aprobó la propuesta.
Con ello pasa al Senado de la República para su discusión y efectos constitucionales, por lo cual todos los alimentos y bebidas procesados deberán incluir un etiquetado indicando que se trata de alimentos altos en grasas saturadas, en azúcares, en sal o sodio y en calorías.
Entre los argumentos que se expusieron a favor y que determinaron la aprobación mayoritaria, más allá de los colores y partidos estuvo el hecho de que hoy en México 34 por ciento de los niños (tres de cada 10) de 5 a 11 años y 35 por ciento de adolescentes de 12 a 19 años, tiene sobrepeso u obesidad.
Asimismo, se recalcó que en México siete de cada 10 adultos (71.2 por ciento) tiene sobrepeso, mientras que el problema de diabetes pasó a afectar a 9.4 por ciento de la población, por lo que hoy padecen esa enfermedad casi siete millones de personas.
A decir de la presidenta de la Comisión de Salud, Miroslava Sánchez Galván, de Morena, en México apremia la necesidad de un etiquetado frontal que advierta a los consumidores sobre lo que compra de manera clara y sencilla.
Así, la diputada priista Frinné Azuara Yarzábal aseguró que la población podrá consultar el etiquetado que ya se utiliza en muchos países por recomendación de la Organización Mundial de la Salud (OMS), la UNICEF, y la FAO, como en el caso de Chile, donde se ha reducido 20 por ciento el consumo de estos alimentos.
Al respecto Martha Estela Romo, del PAN, advirtió que a ello se deben sumar medidas adicionales porque en México no existe una cultura de cuándo se debe consumir y cómo consumirlo, de ahí el valor de recuadros de advertencia sencillos.
Lo mismo argumentó Carmen Medel, de Morena, una de las promotoras del dictamen, quien además responsabilizó a las grandes empresas de haber obstaculizado esa política de etiquetado responsable desde hace ya ocho años con etiquetas confusas e incorrectas.
En tanto Gerardo Fernández Noroña, del PT, argumentó que el problema de salud de México es además cultural, ya que muchos ni siquiera leen o analizan lo que comen, por lo que ese etiquetado, aunque es un gran paso no será suficiente si no se acompaña de una estrategia complementaria.
De igual forma el diputado priista Rubén Moreira Valdez advirtió la necesidad de implementar otras medidas para auxiliar al primer paso que implica el etiquetado para garantizar que en el futuro la población tome una decisión inteligente sobre lo que consuma.