Por Jesús Michel Narváez
Cuando el grupo parlamentario del PAN en el Senado de la República osó anunciar que pediría la desaparición de poderes en Veracruz por las violaciones a la constitución estatal, no sabía en la que se metía.
No habían transcurrido 24 horas cuando el jefe político de Morena en la Cámara Alta, Ricardo Monreal Ávila amenazó con pedir la desaparición de poderes en Tamaulipas.
Y como diría el ínclito de Atlacomulco: te lo firmo y te lo cumplo. Así lo hizo Monreal. Hizo circular la propuesta aunque sin firmas y en la Gaceta apareció de igual manera: en genérico, no en patente.
Pero los senadores del PAN se alarmaron. Porque para la desaparición de poderes parece que Morena, con el control de los órganos de gobierno en el Senado y en la Cámara de Diputados –aquí solo en la Junta de Coordinación Política- puede avanzar con el respaldo de sus aliados, los acomodaticios, los oportunistas.
A diferencia de la propuesta del PAN; Monreal justifica la suya por el incremento de la violencia registrada desde que los mandatarios albiazules tomaron posesión.
Si esa es la justificación, tendrá que ampliar el catálogo de entidades y sumar a Morelos, Michoacán, Estado de México, Guerrero, Veracruz, Quintana Roo, Oaxaca, Puebla, Tabasco, Colima, Jalisco, entre otros.
¿Tiene la capacidad y la fuerza para desaparecer los poderes en la mitad del país?
Probablemente la astucia sí. De lo otro hay duda.
El pasado 19 escribí en el Punto de Vista: “Si el PAN inicia ese tipo de situaciones, me temo que Morena también habrá de iniciar procesos de desaparición de Poderes en otros estados como Tamaulipas, donde la situación es particularmente grave en materia de inseguridad pública”, declaró Monreal.
Y le añadía en mi entrega: Seguramente que el zacatecano “sacó fuerza de su mano izquierda” para atender y entender que el Ciudadano Presidente no dejará solo a su hechura como tampoco abandonará a su suerte a la Jefa de Gobierno. Son protegidos y háganle como quieran.
¿Se equivoca la oposición? La pregunta es válida porque cuenta con los elementos para hacer la solicitud aunque no prospere.
La respuesta de Monreal, insisto, coloca la verdad sobre la mesa: es la consigna de defender al gobernador de Veracruz. ¿Quién la sugirió? No le dé vueltas: Ya sabe quién.
Pero si el Presidente supone que sugiriendo desaparecer poderes en los estados en donde gobierna la oposición, sentará un buen precedente en su administración, se equivoca. De entrada porque desde el 29 de abril de 1975 no hay una acción de desaparición de poderes. Ocurrió cuando Otoniel Miranda, de Hidalgo, quiso jugar vencidas con Luis Echeverría. El profesor fue derrotado en un santiamén.
Si la sugerencia proviene de Palacio Nacional, mal y si Monreal se va por la libre para satisfacer a su jefe, peor. No entienden que México es una República Federal, no centralista, aunque la realidad sea otra.
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