Ya no son sólo protestas contra el calentamiento global en la ONU: 16 jóvenes, incluida Greta Thunberg, anunciaron una nueva ofensiva, esta vez en el terreno legal, denunciando la inacción de los líderes como una violación de la Convención de Naciones Unidas sobre los Derechos del Niño.
Casi todos los países -excepto Estados Unidos- han ratificado esta convención para proteger la salud y los derechos de los niños. Pero «a todos nos han violado y negado nuestros derechos. Nuestro futuro está siendo destruido», afirmó Alexandria Villasenor, apodada la Greta Thunberg estadounidense.
En la práctica, esta denuncia sin precedentes de 16 jóvenes de entre 8 y 17 años, se dirige a cinco países contaminantes: Francia, Alemania, Argentina, Brasil y Turquía. El grupo proviene de 12 países distintos y cuenta con la ayuda del estudio de abogados internacional Hausfeld y la bendición de Unicef.
La denuncia es un «protocolo opcional» desconocido: desde 2014 autoriza a los niños a presentar una queja ante el Comité de los Derechos del Niño de la ONU, si estiman que sus derechos fueron denegados.
Los países incluidos en la queja han ratificado el protocolo, pero se encuentran entre los más contaminantes del mundo y son del club de países ricos del G20.