Estamos aquí para decir no a los delitos de la humanidad: Rigoberta Menchú

Con un minuto de silencio, en memoria de los afectados por los sismos del 19 de septiembre de 2017, comenzó la edición número 17 de la Cumbre Mundial de los Premios Nobel para la Paz, que se realiza en Mérida Yucatán.

Monseñor Gustavo Rodríguez Vega, arzobispo de Yucatán, fue el encargado de leer un mensaje enviado por el Papa Francisco, en el que los animó a seguir buscando los caminos más adecuados para promover la paz.

A nombre de los laureados, el ex presidente Juan Manuel Santos, expuso su visión de lo que es la paz, cambiar las balas por los votos, como ocurrió con las FARC que pasaron de ser guerrilla a conformar un partido político; alertó sobre gobernantes que quieren poner reversa a los avances que se han conseguido para conseguir y mantener la paz en el mundo.

También a nombre de lo que ella llama “la familia Alfredo Nobel”, hizo uso del micrófono Rigoberta Menchú, quien inició su mensaje en lengua maya-quiché; destacó cómo no había traductores para que la audiencia le entendiera. Ahí se pronunció por mantener el respeto mutuo entre las personas y comunidades.

Durante cuatro días, se realizarán paneles con temas relacionados con la paz: como desarrollo social y económico, culturas originarias y paz regional, las mujeres y la paz, arte y deporte, el poder de la ley contra el del poder, por mencionar algunos.