En el Día Internacional de la Preservación de la Capa de Ozono, la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, alertó sobre el incremento en el uso de los hidroflurocarbonos (HFC), por tratarse de compuestos orgánicos de alto impacto para el clima, cuyo crecimiento anual entre 2007 y 2017, de acuerdo con la SEMARNAT, fue de 14.5%.
Señala que este compuesto organizo paso de 12.75 millones de toneladas de dióxido de carbono equivalente (MtCO2e) a 49.43 MtCO2e durante el periodo de 2007 a 2017, lo que se agrava si se toma en cuenta que dicho compuesto contribuye con el 1.8% de las emisiones de gases de efecto invernadero.
De acuerdo con el documento Hoja de Ruta para implementar la Enmienda Kigali en México emitido por la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT) en mayo de 2019, los HFC se consumen en nuestro país, principalmente, a través de dos sectores de mercado: refrigerantes (sistemas de refrigeración y aire acondicionado) y un conjunto de aplicaciones industriales (agentes de soplado para espumas, propelentes de productos en aerosol y protección contra incendios, así como solventes).
El Organismo Constitucional Autónomo considero fundamental que el Estado mexicano difunda y propicie la participación y colaboración de los distintos sectores involucrados para atender la mencionada Hoja de Ruta, especialmente, al advertirse la necesidad de efectuar modificaciones legislativas.
De esta manera, dijo, fortalecer el control respecto de la importación de HFC, de sustancias agotadoras de ozono o con potencial de calentamiento global; fortalecer los programas de regulación de la capacitación a personal técnico, recuperación, reciclado y destrucción de refrigerantes, e incentivar el control de fugas de refrigerantes como una medida de eficiencia energética, entre otras.
Enfatiza que la participación del sector productivo, la sociedad civil, las organizaciones no gubernamentales, los organismos internacionales y la academia, resulta significativa si pretendemos impulsar y fortalecer las acciones que, en observancia a los instrumentos internacionales como el Convenio de Viena para la Protección de la Capa de Ozono, el Protocolo de Montreal y la reciente Enmienda de Kigali, imponen compromisos a los Estados para contribuir a un desarrollo sostenible tendente a lograr la satisfacción de las necesidades de la generación presente sin comprometer a las generaciones futuras.
Por otra parte, celebra los progresos alcanzados a más de tres décadas de la implementación del Protocolo de Montreal, instrumento internacional enfocado en la protección de la capa de ozono y exhorta a las autoridades de los distintos órdenes de gobierno y al sector productivo a observar la Enmienda de Kigali. Lo anterior, con el propósito de reducir gradualmente hasta su eliminación el consumo y producción de hidroflurocarbonos (HFC).