Hipólito Mora, quien hace cinco años organizó a los pobladores de La Ruana en grupos de autodefensa para luchar contra el crimen organizado, aseguró que seguirá armado hasta que el Gobierno federal garantice seguridad en los municipios.
En entrevista, declaró que ahí en La Ruana las autodefensas se disolvieron cuando integrantes de grupos delictivos se infiltraron, pero en su caso conservó las armas para defenderse de las represalias.
«No quiero al gobierno de enemigo, prefiero al crimen organizado de enemigo, pero si el gobierno no hace su trabajo como tiene que ser, voy a seguir armado», afirmó.
Actualmente Hipólito Mora vive custodiado las 24 horas del día por cinco policías municipales que portan armas largas, viaja en una camioneta blindada que le asignó el gobierno estatal. Incluso en su casa construyó unas barricadas de cemento en la azotea para repeler un posible ataque.
«Que el gobierno no lo tome como una provocación, yo me la paso todos los días en mi trabajo y a cada rato pasan camionetas de gente armada, ¿cómo voy a andar sin armas? El día que nos ataquen quiero morirme peleando con ellos, contra 40 ó 50 que nos lleguen, no va a ser fácil», expresó.
El ex líder de las autodefensas tiene 64 años, pisó en dos ocasiones la cárcel en 2014; en diciembre de ese año durante un enfrentamiento con un grupo armado murió su hijo Manuel, de 33 años.
Como iniciador del movimiento, Hipólito Mora aseguró que no confía en los grupos que hoy en día tomaron la bandera de autodefensas, por ello señaló que no dejará las armas pues quiere defender su vida, su casa y su trabajo en las huertas de limón.
«A mí me hicieron mucho daño, a la gente que anduvo conmigo de autodefensa también les hizo mucho daño el crimen organizado que se hacia pasar por autodefensa.
«No me importa que el gobierno me asesine por defender mis derechos, mi vida, la vida de las personas que andan conmigo», aseveró.
Hipólito Mora relató que si el Ejército o cualquier autoridad lo quiere desarmar también se va a defender, pero si detienen a los líderes de los cárteles y desarman a quienes se hacen pasar por autodefensas, entregará voluntariamente las armas, incluyendo la navaja para cortar limón que trae en su llavero.
«Que primero el gobierno nos dé la seguridad que merecemos los mexicanos, que desarme a ciertas personas que se hacen pasar por autodefensas y que todo mundo sabemos que son delincuentes, cuando termine de desarmar a esas personas que regresen conmigo y no voy a traer ningún arma.
«Pero mientras el gobierno no haga su trabajo bien, mientras no nos dé seguridad, voy a seguir armado», enfatizó.