El aborto no es una «solución real y de fondo» a la violencia contra la mujer, afirmó la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM).
Luego de que la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) avaló el aborto por violación, la jerarquía católica resaltó que esta medida no fortalece la protección de las mujeres, sino que atenta contra vidas inocentes e impulsa la «cultura de la muerte».
«La práctica irrestricta del aborto no constituye una solución real al foco rojo de la violencia sexual en contra de la mujer», destacó.
El organismo que reúne a más de 100 obispos del país expresó su preocupación al ver cómo instancias que deberían proteger la dignidad y los derechos fundamentales, sobre todo de los más inocentes, «son propuestas de una cultura de la muerte entendida como una mentalidad, una manera de ver al ser humano y al mundo, que fomenta la destrucción de la vida humana más débil e inocente por parte de los más fuertes y poderosos».
El Episcopado añadió que la defensa de la vida no es una cuestión de dogmas, sino de derechos humanos y advirtió que es una «injusticia» y un acto de «discriminación» defender la vida de manera selectiva, al descartar a los seres humanos en sus primeras etapas de su desarrollo.
«Lo decimos con claridad: el respeto al derecho a la vida, no puede ser vulnerado por las circunstancias en que un ser humano fue concebido. Con ello, los obispos de México no pretendemos imponer un concepto religioso sobre la vida y la dignidad del embrión, sino el sumarnos a la garantía de respeto al derecho humano a la vida, que debe ser tutelado por un gobierno respetuoso de los derechos humanos», apuntó.