Redes fantasma son una gran amenaza para la vida marina WWF

Peces, tortugas marinas, delfines, marsopas, aves, tiburones, focas, entre otras especies más, son atrapadas y amenazadas por las redes fantasma, informó el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF, por sus siglas en inglés).

En su página web, la organización conservacionista dio a conocer que más allá de tratarse de seres sobrenaturales, las redes fantasma son verdaderamente aterradoras por las consecuencias que atrae a las especies marinas.

Explicó que se refiere a las redes o equipos de pesca que se han perdido o abandonado en el océano, o se dejaron a la deriva en los mares.

“Es un componente particularmente grave del problema de la pesca fantasma a nivel global”, aseguró.

Subrayó que aunque los pescadores ya no las utilicen para realizar su trabajo, no significa que éstas dejen de realizar su función en los mares, ya que continúan atrapando todo lo que encuentran en su camino y esto representa un grave problema para la salud de los océanos y, peor aún, para la vida marina.

Impiden que diversas especies se muevan libremente, así como les provocan lesiones y evitan que los mamíferos y las aves suban a la superficie en busca de aire. Cientos de animales pueden ser atrapados en una sola red.

También, las redes fantasma generan daños a los arrecifes de coral, rompiéndolos, exponiéndolos a enfermedades e incluso bloqueando la luz solar que necesitan para vivir.

Además, contribuyen de manera importante a la crisis de la contaminación por plásticos en los océanos, ya que la mayoría de las redes fueron fabricadas de nailon u otros compuestos plásticos que pueden durar siglos.

Alertó sobre el hecho de que las redes se rompen pero nunca desaparecen, porque se convierten en piezas de plástico más pequeñas, las cuales son confundidas por animales marinos con alimentos. Esto puede causarles daños en los órganos internos, evitar que coman y exponerse a sustancias químicas tóxicas.

Ante esta situación, comentó que en 2015, una sola misión liderada por WWF en el Mar Báltico logró recuperar 268 toneladas de redes, cuerdas y otros materiales.

De igual modo, se busca que los equipos de pesca puedan ser rastreados hasta su propietario y la persona pueda ser multada, así como la implementación de depósitos reembolsables para fomentar la devolución o el reciclaje de las redes en lugar de convertirlas en basura, entre otras acciones.