Ni las guerras en Siria y Afganistán, ni los ataques terroristas del Daesh o de los talibanes causan más muertes que el crimen organizado. Según el Estudio Mundial sobre el homicidio de 2019, publicado por las Naciones Unidas con datos de 2017, un total de 464.000 personas perdieron la vida de manera violenta por el crimen organizado, frente a los 89.000 fallecidos en todos los conflictos armados activos ese año.
De acuerdo con el estudio anual sobre el homicidio en el mundo, elaborado por la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC), a nivel de continentes, América ocupa el primer lugar en cuanto a muertes por homicidios, con 173.471 fallecidos en 2017 (un 37% del total mundial). Le siguen África con 162.727, Asia con 104.456, Europa con 22.000 y Oceanía con 1.150. Además, el informe pone de manifiesto que la delincuencia organizada es responsable del 19% de los homicidios.
Según el Director Ejecutivo de la UNODC, Yury Fedotov, El Estudio mundial sobre el homicidio 2019 busca «arrojar luz sobre los asesinatos por motivos de género, la violencia entre pandillas y otros desafíos, teniendo como propósito apoyar en la prevención y las intervenciones destinadas a reducir las tasas de homicidio».
Las cifras de 2017 muestran que desde que se iniciaran en 1990 los registros sobre el número de homicidios, la tasa más alta ha sido la del continente americano con un 17,2 fallecidos por cada 100.000 habitantes. Muy por encima de la media mundial, que se encuentra en 6,1 y también por encima de la de áfrica, con 13. Asia, Europa y Oceanía están por debajo de la media mundial; 2,3, 3 y 2,8, respectivamente.
La tasa mundial de homicidios, que se mide como la tasa de víctimas por cada 100.000 personas, disminuyó de 7,2 en 1992 a 6,1 en 2017. Pero esta reducción se debe al aumento de la población mundial durante estos casi treinta años.
El estudio define homicidio como «el hecho de matar a alguien intencionalmente». Como definición de «crimen organizado», la Convención de las Naciones Unidas contra el Crimen Organizado Transnacional no contiene una definición precisa del término, pero sí posee una definición de «grupo criminal organizado» como aquel grupo de tres o más personas que no se formó de manera aleatoria, que existe por un periodo de tiempo y que actúa de manera premeditada con el objetivo de cometer un delito punible con, al menos, cuatro años de encarcelamiento y cuyo fin es obtener, directa o indirectamente, un beneficio financiero o material.
Entre estas actividades se encuentra la trata de personas con fines de explotación sexual, los niños soldado y el trabajo forzoso que pueden utilizarse para generar ingresos, atemorizar y reclutar nuevos combatientes.