El presidente Andrés Manuel López Obrador sostuvo que su gobierno es respetuoso de la libertad de expresión, pero si algún medio de comunicación o periodista quiere tener información sobre algún tema “se debe de solicitar”.
En ese sentido, calificó como “un asunto de imprudencia, de irresponsabilidad”, el ingreso, “sin decir la verdad”, del reportero Humberto Padgett y dos personas más a las instalaciones de la Base Aérea de Santa Lucía, en el Estado de México, ocurrido ayer jueves.
“No se debe actuar de esa forma porque se trata de una instalación del Estado mexicano y si se quiere tener información se debe de solicitar”, comentó en su conferencia de prensa desde Palacio Nacional.
No es un delito grave, abundó el mandatario federal, es una forma de actuar, pero no se vale el estar mintiendo, “nada de estar diciendo mentiras”, expresó.
Tras mencionar que ayer se difundió en diversos medios que se había aprehendido a un periodista en Santa Lucía, López Obrador aseveró que ya se aclaró el caso y se sabe que el reportero entró con dos escoltas armados, que le fueron proporcionados por la Secretaría de Gobernación como medida de protección.
“Resulta que llegan a Santa Lucía y no dicen la verdad, hablan de que iban a la clínica… Se introducen a la base aérea, hay otra caseta de vigilancia donde dicen otra cosa y luego se meten a, me imagino, hacer un reportaje, tomas y los detienen y los ponen a disposición del Ministerio Público eso fue lo que pasó, para que quede claro”, expuso.
Por separado, Humberto Padgett dijo asumir la “absoluta responsabilidad” sobre lo que ocurrió ayer en las instalaciones de Santa Lucía, y señaló que en términos de su labor periodística, pudo comprobar que no se realiza ninguna obra en ese sitio.
Subrayó que los elementos del Ejército cumplieron con su deber al detenerlo, al igual que él como periodista, pero que ahora le corresponde a la ciudadanía escrutar lo que sucede alrededor de una obra como el nuevo aeropuerto.
Aunque reconoció que en el ejercicio de su actividad, en situaciones como la ocurrida la víspera, en ocasiones “las cosas no salen bien”, puso a consideración del gobierno del Estado de México la actuación de un comandante de la Policía estatal que le retuvo su teléfono celular, pese a que ya había sido liberado por el Ministerio Público tras aclarar los hechos.
Puntualizó además que si el Ejecutivo federal decidió darle tantas atribuciones al Ejército, sus elementos estarán sujetos a mayor escrutinio de la sociedad, por lo que “no hay que verlos como enemigos sino como un asunto de interés público”.