Precedido por un emotivo video que a manera de collage repasó la trayectoria del director, en el audiovisual se proyectaron momentos célebres de su carrera como sus inicios con Monty Python, pasando por películas como “Twelve Monkeys” (Doce Monos, 1995), “Fear and Loathing in las Vegas” (Miedo y asco en las vegas, 1998), “The Imaginarium Of Doctor Parnassus” (El imaginario del Dr. Parnassus, 2009) hasta su más reciente largometraje “The Man Who Killed Don Quixote” (El hombre que mató a Don Quijote, 2018).
La conferencia magistral de Terry Gilliam, fue moderada por el actor Sergio Zurita, en la que por más de una hora ahondó en diversos temas como la tecnología, los sueños y la locura, además destacó su amistad con el actor Robin Williams, quien falleció en 2014, y actuó en “The Adventures of Baron Münchausen” (Las aventuras del barón Munchausen, 1988).
“Era una de las mejores personas que podías conocer, era callado y tímido cuando estaba en casa. Estar con Robin era estar riendo todo el tiempo, era agotador porque yo no dejaba de reír y era maravilloso. Era una persona que absorbía mucho conocimiento y esto eventualmente explota”, refirió Gilliam.
En el tema de la tecnología, hizo hincapié en que se está moviendo tan rápido y se debe tener cuidado con ello, “vivimos en una sociedad de consumo donde día tras día nos consumimos, nos convertimos en más consumidores y no necesitamos todo esto, como por ejemplo el teléfono nuevo, el iPhone nuevo, la realidad virtual nueva. Yo nací y fui criado en el campo y la verdad confío en el campo y confío en la naturaleza mucho más de lo que confío en la tecnología”.
Terry enfatizó que utiliza la naturaleza y la tecnología en sus películas, y con ello busca alentar a las personas a que confíen en su imaginación, ya que “su imaginación no es necesariamente algo que se garantice como algo negativo. Puedes imaginar que eres Miguel Ángel o ser Hitler, uno es un poco mejor que el otro, pero los dos tenían gran imaginación y muchísimos sueños. Aunque también hay que tener cuidado de tus sueños, tienes que utilizarlos y tienes que aprender de los mismos a medida que pasas por la vida, tienes que creer en ellos y definir cuáles vas a controlar”.
Referente a la pregunta de si alguna vez había probado el LSD, Gilliam afirmó que siempre ha creído que puede volar, e incluso alguna vez pensó que si lo tomaba quizá podría hacerlo, pero “me da flojera tal vez, probablemente nací con los químicos necesarios y no necesito comprar drogas, me puedo ahorrar el dinero y mejor comprarme mi primera cámara de 16 mm. Yo creo que la imaginación es una droga mucho más barata que los ácidos y definitivamente mucho más segura”.