Anillos, pulseras, gargantillas, relojes, plumas y otros artículos de joyería en oro de diversos quilates y con incrustraciones de diamantes y zafiros, será subastados este domingo en el Complejo Cultural Los Pinos por el Servicio de Administración y Enajenación de Bienes (SAE), próximo a convertirse en el Instituto para Devolverle al Pueblo lo Robado.
Previo a la subasta, estas alhajas son exhibidas al público en el salón Venustiano Carranza de la antigua Residencia Presidencial.
Destaca un reloj marca Piaget en oro blanco de 18 quilates con 49 diamantes, que tendrá un precio de salida de dos millones 953 mil 700 pesos; otra marca Jacob and Co en oro blanco de 18 quilates edición limitada con un valor de un millón 185 mil pesos, además de un anillo en oro blanco de 18 quilates con un diamante de 138 milímetros al centro, 52 diamantes cuadrados, y 64 brillantes incrustados, que se rematará en más de un millón de pesos.
Hay otras piezas menos costosas, pero representativas de la vida lujosa de los narcotraficantes, como unas cachas de oro amarillo de 18 quilates con una cabeza de águila adornadas por 580 diamantes, cuyo precio es de 180 mil pesos; un reloj en oro rosa con la imagen de una planta de mariguana y 385 incrustraciones de diamante que cuesta 273 mil pesos; y otro con figuras de calavera y 598 diamantes incrustados, a un precio de 286 mil pesos.
Entre los objetos menos costosos destaca un collar con dije de la santa muerte en oro amarillo de 14 quilates, que vale 23 mil 100 pesos.
En la subasta del domingo se pondrán a la venta 148 lotes de joyas confiscados por la Fiscalía General de la República y transferidas al Servicio de Administración Tributaria. En total, las piezas suman un precio de salida de 21.3 millones de pesos, aunque las autoridades esperan recaudar más de 30 millones de pesos.
Los recursos que se obtengan de la subasta de joyas, serán destinados a la rehabilitación de caminos y carreteras en los límites entre los estados de Michoacán y Colima.