La minera Grupo México descartó este lunes que el reciente derrame de ácido sulfúrico desde una terminal marítima en el Mar de Cortés, en Guaymas, Sonora, causara severos daños en el medio ambiente.
La empresa explicó, citando un reporte de la Secretaría de Marina, que se derramaron 3 metros cúbicos de ácido, cifra que no es “representativa” porque “equivale a 1.2 tinacos (depósito) de uso doméstico para almacenamiento de agua” e indicó que este fue neutralizado con una solución alcalina similar al mar.
Asimismo, la empresa precisó que el ácido derramado en la terminal fue erradicado con bicarbonato de sodio.
El pasado 10 de julio, la minera Grupo México informó que el día previo, en la Terminal Marítima de Guaymas, se liberaron tres mil litros de ácido sulfúrico al Mar de Cortés debido al fallo de una válvula.
En el texto de este lunes, Grupo México sostuvo que las imágenes y el video que circulan sobre daños al ecosistema, así como la afectación a tortugas y leones marinos, no tienen relación alguna con el accidente.
Reveló además que la grabación de la fuga solo muestra vapor de agua, producto de la reacción que produce el ácido al entrar en contacto con el agua.
Según “nuestro personal calificado, que actuó inmediatamente aplicando las acciones correctivas establecidas en nuestros protocolos de atención a emergencias, no hubo ninguna reacción adversa en la flora y fauna, ni en la salud de las personas de la región”, aseguró Grupo México.
Por su parte, en un comunicado, Metalúrgica de Cobre de México, subsidiaria de Grupo México, informó tras la fuga que esta no ocasionó daños a personas.
La reacción se dio luego de que autoridades de la Procuraduría Federal de Protección al Medio Ambiente (Profepa) clausuraran este sábado y temporalmente el área en la que se registró el derrame tóxico, por lo que la planta mantiene intactas el resto de sus actividades.
Las autoridades mexicanas iniciaron además un proceso administrativo contra el grupo minero que dirige el empresario mexicano Germán Larrea Mota Velasco, ya que se han visto involucrados en al menos 22 accidentes ambientales en la última década.
El más grave de todos ellos se registró el 6 de agosto de 2014 en la mina Buenavista del Cobre, en Cananea, que contaminó al río Sonora con 40 mil metros cúbicos de ácido sulfúrico y dejó sin agua a miles de habitantes de la región.