Por Jesús Michel Narváez
A raíz de la denuncia que un apreciado amigo formuló en este espacio la semana pasada con respecto a la actuación de policías encargados del alcoholímetro en una oscura calle de Polaco, me llega otra. Esta vez con nombre y apellido de la afectada.
Se trata de Jessica Aída Medrano Tadeo que fue detenida en el puesto ubicado en el bajopuente de San Jerónimo e Insurgentes. Presuntamente estaba el operativo de alcoholemia y ahí la bajaron de su camioneta y la sometieron a golpes, le robaron su bolsa junto con cartera, el celular y otras cosas y la remitieron al Torito sin haber hecho la prueba correspondiente.
Ella había salido del restaurante los Arcos de San Ángel.
Con el valor de una ciudadana que nada debe, presentó denuncia en la Fiscalía de Servidores Públicos de la Secretaría de Seguridad y Participación Ciudadana. Y en la CNDH.
Grave, sumamente grave que este tipo de hechos se replique y que en la Secretaría a cargo de Jesús Orta Martínez no haya reacción sobre el tema.
Supuestamente la policía de la Ciudad de México no es corrupta y actúa con apego a los derechos humanos.
No es así.
Entiendo que los operativos se mantengan. Lo inexplicable es que los elementos que se encuentran al frente de ellos, violenten la ley y abusen de la fuerza que les confiere ser policías.
Son extorsionadores. Son lacras vivientes vestidas de azul. Hombres y mujeres. Cuando menos los que están en los operativos de alcoholemia.
La Jefa de Gobierno ha ignorado los hechos. Los legisladores también. Y por supuesto, el secretario policial tiene otras prioridades.
A todos les preocupa más sus respectivas imágenes públicas que cumplir con su responsabilidad.
Orta Martínez declaró al inicio de su gestión que no se permitirá la corrupción –liturgia de la 4t- y se castigaría el abuso de autoridad.
Una declaración más. Porque en los hechos y sobre todo en los operativos de alcoholemia los policías son una vergüenza.
Este caso no es único. En el Torito Jessica encontró a otra señora a la que le había pasado lo mismo. También presentó las denuncias, pero no me llegaron los papeles.
¿Hasta cuándo los jenízaros dejarán de ser abusadores y se volverán protectores de los ciudadanos? La respuesta la tiene el señor Orta Martínez. Y confío en que le de seguimiento a esta denuncia.
E-mail: jesusmichel11@hotmail.com, jesusmichelnarvaez266@gmail.com, Facebook: jesusmichel, Twitter: @jesusmichelMx y en Misión, Periodismo sin Regaños lunes, miércoles y viernes de11 a 12 horas por ABC-Radio en el 760 de AM.
