Al subrayar que ahora el Ejecutivo federal ya no se involucra en asuntos que no le competen, el presidente Andrés Manuel López, apuntó que si hubiese autorizado la ampliación de la gubernatura de Baja California, de dos a cinco años para la próxima administración, se le “caería la cara de vergüenza”.
A la pregunta de que si se le hubiese consultado sobre esta decisión del Congreso estatal, respondió enfático que no lo habría autorizado y aseguró “que nada que sea injusto, que sea ilegal, va a prosperar”, aunque dejó claro que eso lo tendrán que resolver las autoridades competentes, como el Instituto y el Tribunal electorales.
Dijo que “esas cosas no se consultan, pero que de haber ocurrido “como era antes, y hubiese yo autorizado, como era antes, que en efecto se pusieran de acuerdo y aprobaran esa reforma (en el Congreso de Baja California), ¿cómo estaría yo hoy?, ¡Se me caería la cara de vergüenza!”, dijo durante su conferencia matutina en esta ciudad.
“Confiamos en que las autoridades competentes van a resolverlo; ahora ya no hay influyentismo, el presidente no se mete en estos asuntos, no hay línea, la línea es que no hay línea. Entonces, tranquilos y que no nos confundan”, apuntó al revelar que ya hay denuncias presentadas sobre este tema.
En las instalaciones de la 13 Zona Militar, López Obrador criticó la posición de los líderes de partidos de oposición acerca de que si se permitió esto en Baja California, es porque se avizora una reelección presidencial.
Al respecto, el mandatario federal les pidió no exagerar, porque “no somos iguales”, y pidió esperar la decisión de los tribunales.