El expresidente argentino Fernando de la Rúa ha fallecido este martes en Buenos Aires, apenas unas horas después de haber sido hospitalizado, según confirmó el actual mandatario del país, Mauricio Macri.
“Lamento el fallecimiento del expresidente Fernando de la Rúa. Su trayectoria democrática merece el reconocimiento de todos los argentinos. Acompañamos a su familia en este momento”, dijo Macri en su cuenta de Twitter.
El ex mandatario murió en las primeras horas de este martes en la clínica Alexander Fleming, donde había sido internado en las últimas horas por una descompensación generalizada. Según el medio local Clarín, la última aparición en público fue el pasado 12 de diciembre, donde compartió una cena de fin de año.
De origen radical y larga trayectoria en la vida política del país, De la Rúa quedó marcado por la crisis de 2001, que provocó la salida del Gobierno al que había llegado para suceder al menemismo en 1999, encabezando la Alianza.
Quedó marcado por la peor crisis política, social y económica de la que los argentinos contemporáneos tengan memoria. Fue para muchos el dirigente que más se preparó para llegar a la más alta magistratura y la mayor desilusión de una clase media que buscó una alternativa política al peronismo, describe el medio local La Nación.
Su gobierno empezó el 10 de diciembre de 1999, con la esperanza de regeneración que encarnó la Alianza después de 10 años de menemismo, pero terminó con los trágicos sucesos del 20 de diciembre de 2001, que marcaron también el fin de su carrera política.
Nacido en Córdoba el 15 de septiembre de 1937, De la Rúa se licenció en Derecho a los 21 años y, vinculado a la Unión Cívica Radical (UCR), asumió el cargo de senador en 1973.
Ese mismo año fue candidato a la vicepresidencia de la República, pero fue derrotado por Juan Domingo Perón.
Legislador hasta 1976, cuando los militares dieron el golpe de Estado que desencadenó la última dictadura argentina, que se extendió hasta 1983, De La Rúa desarrolló ya de nuevo en democracia una intensa carrera política como diputado, senador y alcalde de Buenos Aires.
La última parte de su vida la había pasado con diversas afecciones. El ex mandatario fue sometido a varias operaciones: en enero de 2016 sufrió problemas en la vejiga y en agosto de 2014 le realizaron una angioplastia y le colocaron dos stents (tubo pequeño en la arteria coronaria); y, un mes después, volvió a ser internado en el IADT (Instituto Argentino de Diagnóstico y Tratamiento) para una intervención programada.
Ya había sido sometido a prácticas similares en 2001 y en 2010.