Trump no ofreció más detalles, pero aseguró que para los estadounidenses «no hay nada imposible», una frase que provocó un fuerte aplauso de los asistentes a la explanada del National Mall en la capital del país.
Durante su alocución, el mandatario alabó la figura del ingeniero aeroespacial Gene Kranz, presente este jueves en el evento y que fue el encargado de dirigir la misión tripulada a la Luna de la NASA en 1969.
No es la primera vez que el Gobierno de Trump asegura que la agencia espacial estadounidense retornará al satélite terrestre.
De hecho, el vicepresidente de EU, Mike Pence, aseveró en marzo pasado que la NASA retornará a la Luna en los próximos cinco años, y vaticinó que la primera mujer y el próximo hombre que vuelvan a pisar el satélite de la Tierra serán estadounidenses.
Asimismo, la propuesta presupuestaria de la Casa Blanca para el año fiscal de 2019 de la NASA recoge el reto de Trump de volver a la Luna, aunque no fija plazos concretos.
Trump ya pidió en abril de 2017, tres meses después de asumir el cargo, que la NASA acelerara «un poco» sus planes de exploración espacial, cuya meta es enviar humanos a Marte en la década de 2030, para que un estadounidense pise el planeta rojo durante su primer mandato o, «en el peor de los casos», en un eventual segundo.
El mandatario pronunció estas palabras frente a un grupo de invitados vip por la Casa Blanca, que repartió entradas de las primeras filas de las gradas temporales delante del Monumento a Lincoln a grandes donantes republicanos y familiares de militares y veteranos de las Fuerzas Armadas.