Los resultados de la licitación para adquirir medicamentos y dispositivos terapéuticos –62 por ciento de las claves declaradas desiertas– se debieron a que se trató de un proceso tortuoso y errático, afirmó la Cámara Nacional de la Industria Farmacéutica (Canifarma), organismo que aseguró que el gobierno federal pidió precios máximos de referencia que no estaban de acuerdo con la realidad.
En entrevista con La Jornada, Rafael Gual, director del órgano que agrupa a las empresas del sector farmacéutico, señaló que el proceso de adquisición de fármacos para la segunda parte del semestre de 2019 quedaron sin asignarse una mayor cantidad de claves, es decir, la manera en que se identifican a los medicamentos y los dispositivos terapéuticos que utiliza el sector de salud pública, en comparación con el proceso que se realizó en noviembre de 2018, cuando sólo resultaron desiertas 11 por ciento.
Significa que fue un proceso tortuoso, errático, que tuvo algunas complicaciones, incluso en las fechas que se propusieron; todo esto aunado a una situación de falta de planeación, precios inconvenientes, que también desconocemos cómo fue hecho el estudio de mercado, indicó el directivo.
Agregó que, a pesar de que se trató de una licitación internacional, no hubo ninguna empresa que pudiera cotizar los precios que pedía la administración federal.
Algunos de los precios máximos de referencia sí fue posible cotizar –explicó–, pero hubo otros que no correspondían a la realidad del mercado, pues estaban muy por abajo. En esas condiciones un proveedor muy difícilmente puede acceder a participar, aseveró.
Acotó que 580 claves fueron cotizadas en los precios máximos de referencia y a un descuento y cerca de 600 claves fueron desechadas por aspectos técnicos, lo cual pudo suceder por la inexperiencia de las empresas en este tipo de procesos, pues cabe recordar que anteriormente no participaban los propietarios de los registros sanitarios.
Indicó que otro de los factores que influyeron en los resultados de la licitación fue el tiempo de entrega que pedía la administración federal, el cual era muy corto y en caso de incumplir, las farmacéuticas serían multadas con altos montos. Todo eso provoca que haya incertidumbre en las empresas proveedoras y que sean esos lo resultados, dijo y comentó que el siguiente paso será ver cómo se concreta la licitación para distribuir los medicamentos y dispositivos terapéuticos, “porque eso va ayudar mucho. Era una de las cuestiones que inhibieron la participación de las empresas.
Una distribución especializada puede ser más eficiente que la que se consideró en un principio, que fue el propio gobierno que lo distribuyera. Obviamente no nos toca, ni nos metemos.
Sobre las claves desiertas, indicó Gual que lo primero que se hará es una reunión con las autoridades para analizar por qué se desecharon algunas, mientras otras podrán ser licitadas bajo el proceso pasado y otros serían a compra directa.