A partir de la firma del acuerdo para el control de los flujos migratorios entre México y Estados Unidos –el pasado 7 de junio— ha crecido el número de extranjeros centroamericanos enviados por las autoridades estadunidenses a territorio mexicano para que esperen aquí la respuesta a sus procesos de asilo.
El Instituto Nacional de Migración (INM) dio a conocer que del 29 de enero al 30 de junio de 2019, Estados Unidos ha enviado a México 16 mil 714 migrantes procedentes de Honduras, Guatemala y El Salvador que desean obtener asilo en el vecino país del norte. De ese total, 6 mil 321 (37.8 por ciento) fueron remitidos a territorio mexicano en los últimos 19 días de junio, esto es, tras los acuerdos en materia migratoria entre ambas naciones, que se dio tras las amenazas del presidente estadunidense Donald Trump de imponer aranceles a las exportaciones mexicanas.
Este lunes, el INM difundió su último reporte sobre los internamientos de centroamericanos a territorio nacional en espera de la resolución a su trámite de asilo en Estados Unidos. Esta medida fue impuesta por Washington el 29 de enero de este año y, salvo una corta suspensión de una semana –del 8 al 16 de abril–, el envío de migrantes centroamericanos a México ha sido constante y en ascenso.
De acuerdo con los datos se pueden contemplar tres etapas de retorno: del 29 de enero al 8 de abril, con mil 323 personas enviadas por Estados Unidos; después vino la breve suspensión de una semana; al retomarse la medida, se registró el ingreso a México por esta vía de 9 mil 70 centroamericanos del 16 de abril al 7 de junio; y tras el pacto migratorio, del 8 al 30 del mes pasado, se devolvieron 6 mil 321 personas.
Los migrantes del Triángulo Norte de Centroamérica son devueltos por tres puntos fronterizos: El Chaparral, en Tujuana, Baja California, por donde se han registrado hasta el 30 de junio 5 mil 709 personas; Garita, en Mexicali, también Baja California, con 3 mil 299 extranjeros; y Reforma, en Ciudad Juárez, Chihuahua, con el envío de 7 mil 706 centroamericanos en el periodo referido.
Al llegar a nuestro país, los peticionarios de asilo no cuentan con una fecha segura respecto del tiempo en que el gobierno de Estados Unidos dará respuesta a sus casos, ni se ha aclarado qué ocurrirá con los rechazados, de acuerdo a funcionarios de migración.