Derivado de las investigaciones para esclarecer la desaparición de los 43 estudiantes de la normal de Ayotzinapa, en Guerrero, se han registrado 72 casos de violaciones a las garantías de los inculpados; de los cuales ocho son por tortura y el resto por otras violaciones.
Según el informe de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), publicado en 2018, los acusados que han sido víctimas de tortura son: Carlos Pascual Cervantes, David Cruz, Eury Flores, Felipe Rodríguez, Francisco Lozano, Gabriel León, Gilberto Parra y Gildardo López.
En tanto, otras 28 personas recibieron tratos crueles, entre ellas: Carlos Canto Salgado, de quien circuló un video en redes sociales en el que se aprecia como es interrogado mientras se le coloca una bolsa de plástico en la cabeza.
De acuerdo con el diario La Razón, entre los imputados se encuentra Cruz Hernández, alias “El Chino”, quien fue detenido el 9 de octubre de 2014, por 11 elementos de la extinta Procuraduría General de la República (PGR).
El detenido, quien fue elemento de la Secretaría de Seguridad Pública de Iguala, Guerrero, señaló que después de su captura, “le sumergieron la cabeza en una cubeta con agua, lo llevaron a un hotel donde lo amarraron de pies y manos, y cada que intentaba dormir le echaban agua en la cara”.
Además, fue enrollado con cinta canela de los pies hasta los hombros y durante una hora lo dejaron parado y recargado en un muro.
Por su parte, Flores López, presunto integrante de Guerreros Unidos, fue capturado el 27 de octubre de 2014 y posteriormente agentes de la Secretaría de Marina lo golpearon y lo trasladaron a las instalaciones militares.
En el lugar, el imputado fue vendado de la cabeza y las manos, recibió amenazas de que matarían a su familia, le pusieron una bolsa en la cabeza, fue desnudado, golpeado en las costillas y recibió toques en los testículos.
Otro presunto integrante también de Guerreros Unidos es Rodríguez Salgado, conocido como “El Cepillo”, quien el 16 de enero de 2015 fue detenido por la Policía Federal.
Luego fue llevado a una casa donde fue torturado en un cuarto semioscuro, donde un policía cortó cartucho y le colocó la pistola en la cabeza.
“Después le colocaron una playera mojada en la cara con una bolsa tratando de asfixiarlo, le dieron toques en los testículos y lo amenazaron con matar a su familia por lo que se vio obligado a aceptar su participación en los hechos”, se establece en el expediente que posee el citado diario.
Luego de ese violento episodio, Rodríguez Salgado se encuentra en libertad condicional por falta de elementos en su contra.
Los demás casos corresponden a detención arbitraria, dilación en la puesta a disposición del Ministerio Público y cateo ilegal.
El 8 de mayo de 2017, la PGR señaló que se practicaron evaluaciones a las ocho víctimas, las cuales revelaron que solo dos casos eran positivos en tortura, ya que Felipe Rodríguez y Edgar Vieyra “presentaron lesiones correspondientes a maniobras de tortura física”, mientras que los seis casos restantes fueron negativos.