Disminuida se ha visto la presencia de militares que integran la Guardia Nacional en distintos puntos de inspección de la frontera sur y municipios colindantes con Oaxaca.
A lo largo de 200 kilómetros desde Tapachula, varios puntos migratorios han relajado la revisión de transportes públicos para detectar a extranjeros de distintas nacionalidades que intenten adentrarse en territorio mexicano.
El puesto de control militar que hace años fue colocado 7 kilómetros antes de llegar al municipio de Tonalá, ha desaparecido y sólo se observa la estructura donde trabajaron soldados que por años hicieron decomisos importantes de drogas.
Tras ser levantado, la Guardia Nacional , elementos de Migración y Policía Federal se instalaron en ese punto para buscar y asegurar a migrantes, pero este domingo dicha caseta construida a base de láminas estuvo inoperante y solitaria.
Mientras tanto, el paso de centroamericanos, cubanos y haitianos, persiste por el río Suchiate, y muchos otros aprovechan la floja vigilancia para atravesar algunos municipios de Chiapas e intentar llegar hacia los límites con Oaxaca y el centro del país.
El presidente Andrés Manuel López Obrador se comprometió hace dos semanas con Estados Unidos que en un plazo de 45 días disminuiría el ingreso y cruce de migrantes que van en busca de llegar a Estados Unidos.