Consejeros presidentes de comisiones estatales electorales coincidieron en señalar que reformar la ley para desaparecer los Organismos Públicos Locales Electorales (OPLES), “sería una regresión autoritaria, un retroceso importante”.
“Donde no hay elecciones, no hay libertad. Está probado que la descentralización del ejercicio de la acción electoral es mucho más efectiva. (Desaparecer los OPLEs) es ir hacia atrás, regresar a que el gobierno controle las elecciones, es un retroceso abismal. Es una regresión autoritaria. Hay que apostarle a la institucionalidad y a la consolidación democrática”, consideró Mario Alberto Garza Castillo, presidente de la Comisión Estatal de Nuevo León.
El funcionario indicó que en lugar de pensar en centralizar la actividad electoral en un solo Instituto, primero tendría que revisarse el presupuesto destinado a los partidos políticos y el efecto negativo a la democracia si desaparecen los organismos locales.
Explicó que “el encarecimiento de los procesos electorales es derivado de la reforma electoral del 2014 que dispuso el cambio de financiamiento a los partidos políticos”.
Antes de la reforma, las prerrogativas de los partidos políticos se calculaban de manera proporcional a 20 por ciento de la lista nominal de cada estado. “En 2014 se amplificó de manera importantísima, calculando un 65 por ciento de la Unidad de Medida y Actualización (UMA), y no sobre la lista nominal, sino sobre el padrón electoral”.
“Ese es un factor objetivamente observable, el financiamiento a partidos subió 300 por ciento. Si analizas lo que gasta la Comisión Estatal de Nuevo León, el 61 por ciento corresponde a las prerrogativas de los partidos políticos. Lo demás es para el gasto ordinario de la elección”, puntualizó Garza Castillo.
En el mismo sentido, María de los Ángeles Quintero, presidenta del Instituto Electoral de Tamaulipas, explicó que “de los 345 millones de pesos destinados a este organismo, alrededor de 197 millones son prerrogativas de los partidos políticos, poco menos de la mitad es el presupuesto del OPLE”.
Por su parte, Ana Lilia Pérez Mendoza, vocal Ejecutiva del Instituto Nacional Electoral (INE) en Querétaro, puntualizó que en términos de presupuesto, lo que reciben los OPLES tendrían que dárselo al INE y tomar en cuenta que los partidos políticos, con presencia nacional, reciben financiamiento público, “un tema que también deberá revisarse con lupa”.
María de los Ángeles Quintero indicó que la existencia de cada organismo electoral en los estados responde a las diferencias en los contextos de cada entidad federativa, “hay muchas aristas a tomar en cuenta”, indicó al señalar que la reforma electoral tendría que realizarse reconociendo el trabajo institucional que se ha realizado en la organización de elecciones.
“México tiene instituciones lo suficientemente sólidas y fuertes para garantizar elecciones. Hemos vividos 19 años con tres alternancias presidenciales y a nivel estatal 22 alternancias”, abundó el Comisionado Presidente de Nuevo León.
La consejera electoral por Tabasco, Rosselvy Domínguez Arévalo, consideró que desaparecer los Organismos Públicos Locales Electorales sería eliminar la innovación electoral, pues habría un INE sobrepasado y con directrices homogéneas hacia los estados con características políticas propias, no adaptadas a la realidad regional.
Pérez Mendoza, indicó “si se aprobara desaparecer los Organismos Locales, el INE tendría ante sí el gran reto de desplegar toda su estructura para la organización de jornadas locales para gobernador, alcaldes y diputados”.
«El estado de Querétaro sería un caso relativamente sencillo, con 18 municipios, pero pensemos en Oaxaca, que tiene 570 municipios, de ese tamaño sería el reto», puntualizó la vocal ejecutiva del INE.
Recordó que el Instituto Electoral del Estado de Querétaro funciona con una estructura limitada en años no electorales y cuando hay año electoral, genera una estructura desconcentrada temporal como son sus consejos municipales y distritales, por lo que el INE tendría que aplicar exactamente el mismo esquema.
«Desde el Instituto Nacional Electoral hemos sabido amalgamar un sistema electoral de carácter nacional, en coordinación con los OPLES y cumpliendo con las disposiciones de ley, haciendo más amplio el derecho ciudadano al voto, y eso es lo que se debe tomar en cuenta rumbo a una reforma electoral», dijo Ana Lilia Pérez Mendoza.
Por último, María de los Ángeles Quintero y Mario Alberto Garza Castillo coincidieron que la reducción de votantes, histórica en el caso de Tamaulipas, la más baja con 32 por ciento padrón electoral, obliga a hacer una reflexión que fortalezca la cultura electoral.
“Fue la más baja participación en la historia pos revolucionaria, es una alerta, un llamado de atención que refleja una desafección política de la ciudadanía”, finalizó el funcionario del CEE en Nuevo León.