Las elecciones presidenciales de Guatemala se encaminaban a una segunda vuelta luego de que la candidata centroizquierdista Sandra Torres obtuvo una clara ventaja en los comicios del domingo, aunque no lo suficientemente amplia como para evitar el balotaje contra un rival conservador.
Con los votos del 94% de los colegios electorales, los resultados preliminares dieron a la ex primera dama Torres el 25.27% de los votos, seguida por Alejandro Giammattei con el 14.08%, según cifras del Tribunal Supremo Electoral.
Más temprano el lunes, Torres dijo que trabajaría para forjar alianzas para ganar la segunda ronda el 11 de agosto.
La empresaria de 63 años llamó a buscar «la unidad nacional, esa unidad que el país necesita, unir al campo con la ciudad, unir a los trabajadores con los empresarios y buscando también a la sociedad civil, a todos los sectores».
El jefe del tribunal electoral dijo a última hora del domingo que podría llevar aproximadamente dos semanas tener los resultados definitivos de todo el país centroamericano.
El próximo presidente de Guatemala se enfrenta a la difícil tarea de frenar la violencia de las pandillas del narcotráfico que ha devastado el país y ha ayudado a estimular la migración ilegal a Estados Unidos, lo que ha lastimado las relaciones con el presidente Donald Trump.
Torres, del partido de centro izquierda UNE, estuvo liderando durante semanas la carrera para suceder al presidente Jimmy Morales, un expresentador de televisión conservador cuyo período ha sido golpeado por las acusaciones de corrupción hechas por investigadores respaldados por Estados Unidos.
Sin embargo, Torres podría tener problemas para ganar una segunda vuelta si los partidarios de los muchos candidatos de centro se unen en su contra.
Diecinueve candidatos tomaron parte en la votación en las que también fueron electos diputados y alcaldes.
Torres, que quiere enviar tropas a las calles para luchar contra las bandas de narcotraficantes y utilizar programas de asistencia social para combatir la pobreza, extendió una mano a la élite empresarial de Guatemala al votar el domingo.
Sobre Torres pesa una acusación de la fiscalía y de la CICIG -un organismo independiente creado por Naciones Unidas para combatir la corrupción- por financiamiento ilícito en su campaña presidencial de 2015, pero ella no puede ser procesada porque goza de la inmunidad que protege a todos los candidatos a puestos de elección popular en Guatemala