Dos buques petroleros, uno noruego y otro japonés, sufrieron explosiones este viernes, tras su salida del estrecho de Ormuz, ubicado a 50 kilómetros de la costa de Irán.
Estados Unidos señaló que uno de los barcos de su flota marítima recibió información de que los buques petroleros estaban siendo “atacados” y que estaban atendiendo llamadas de auxilio.
Sin embargo, los 44 náufragos de las explosiones fueron rescatados por una nave iraní, llevándolos a salvo al puerto de Jask, ubicado en la provincia de Hormozgan, en Irán.
El incidente ha empeorado las ya malas relaciones entre Irán y los Estados Unidos.
Casi de forma inmediata, Mike Pompeo, Secretario de Estado norteamericano, responsabilizó al gobierno de Irán de este ataque.
»La evaluación de Estados Unidos es que la República Islámica de Irán es responsable de los ataques. Sin embargo, Estados Unidos aún quiere que Teherán regrese a la mesa de negociaciones cuando llegue el momento», afirmó el funcionario.
Por su parte, Trump señaló que después del incidente, ni Irán ni los Estados Unidos están listos para volver a la mesa de negociaciones.
«Personalmente siento que es demasiado pronto para siquiera pensar en lograr un acuerdo. Ellos no están listos, ¡y nosotros tampoco!», señaló Trump en su cuenta de Twitter.