Por Joel Armendáriz
Desde que estaba en campaña, el hoy Presidente Constitucional, Andrés Manuel López Obrador, mostró su inconformidad por la forma de trabajar de los órganos autónomos. En más de una ocasión se refirió al INAI como una entidad que cuesta mucho dinero y no trabaja.
De la CNDH cuestionó su imparcialidad y prueba de su rechazo a su forma de trabajar, por primera ocasión en 29 años no escuchó el informe del ombudsman Luis Raúl González Pérez.
Del Banco de México se comprometió a respetar su autonomía, pero desconoce los pronósticos para el crecimiento económico y confirma que se alcanzará el 2 por ciento prometido para este año, porque la corrupción será exterminada.
Del INEGI también rechaza sus análisis, porque, como sostiene, él tiene otros datos… otra información.
Basados en los antecedentes, MISIÓN POLÍTICA entrevistó al Comisionado presidente del Instituto Nacional de Acceso a la Información y Protección de Datos (INAI), Francisco Acuña Llamas, quien reconoce que el Jefe del Ejecutivo Federal ha mostrado una “distancia basada en su interpretación genérica de los órganos autónomos constitucionales”.
“Se considera desde sus varias expresiones y desde hace varios años, desde que incluso hacia campaña y ahora con el ejercicio de Gobierno, que tiene serias dudas, por la pertinencia o conveniencia de estas instituciones
“Varias veces se ha referido con apreciaciones severas, sobre el INAI y sus funciones y por el otro lado, hay que reconocerlo, los diversos integrantes de su Gabinete, han tenido para con el INAI, una actitud amable, cordial y de colaboración, ninguno de ellos nos ha cerrado la puerta”, dice durante la entrevista.
(El INAI se ha convertido en la ventanilla a la que se acude en busca de información que los servidores públicos se niegan a transparentar y ello irrita al poder público).
Licenciado en Derecho por la Universidad Regiomontana y doctor en Ciencias Políticas y Sociología por la Universidad Complutense de Madrid, cuenta con diplomado de Altos Estudios Internacionales por la Sociedad de Estudios Internacionales de Madrid y es especialista en temas de derechos humanos, acceso a la información pública, transparencia, combate a la corrupción, rendición de cuentas, derecho procesal constitucional y protección de datos personales.
Dice que los integrantes del gabinete presidencial “han establecido con nosotros dialogo, algunos de ellos han venido a la propia sede institucional del INAI, por tanto, decir así de cuajo que hay un desprecio, habría que matizarlo un poco, pero inclusive el señor Presidente en las últimas semanas, ya van dos ocasiones en las que se refiere a nosotros, no en términos despectivos, sino más bien señalando que si el Instituto de la Transparencia ordenara la entrega de tal o cual información, se cumpliría con ello”.
Acuña Llamas matiza el trato presidencial y pone de relieve que el presidente López Obrador ha variado su concepción hacia el INAI.
Lo dice así. “El presidente también dijo algo: si el Instituto de la Transparencia lo ha exigido, pues que se cumpla y que se entregue de inmediato la información”.
El comisionado presidente del organismo autónomo, confía en que las nuevas expresiones presidenciales hacia el INAI “ojalá nos permitan esperar que el ciclo de distancia se vaya acortando”.
LOS AFILADOS DIENTES
Francisco Acuña Llamas, quien desde el 2011 se desempeñó como Coordinador de Información Documentación y Transparencia del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, en donde también fue director general de Enlace y Transparencia y secretario de la Comisión de Supervisión y Resolución en materia de transparencia y acceso a la información, habla de las fortalezas que tiene el organismo que preside y que ha mostrado ser independiente, autónomo y apegado a las normas.
Cambiando de tema: ¿hasta dónde los dientes del INAI están ahora afiliados para llegar al fondo de muchos temas, por ejemplo, se abrió lo de Ayotzinapa, lo de Odebrecht…?
FALL-. Qué bueno que me preguntas, porque fue un hito haber tomado esas decisiones. Históricamente, el INAI hizo lo que no se había hecho, porque tiene una condición, más que dientes, que yo le llamo contundencia de autoridad para poder, en ambos casos, no obstante con menos de ocho meses de haber llegado nosotros al encargo, cuando resolvimos que la PGR tenía que hacer una versión pública de la averiguación previa completa de Ayotzinapa y que eso a muchos abogados ortodoxos les causó muchísima extrañeza y gasta critica a nosotros.
“Porque las averiguaciones previas, por regla, están reservadas y máxime cuando están en camino de llevar al juez competente a los que cometieron presumibles delitos, bueno es una cuestión que causó perplejidad y eso ya es motivo de dientes.
“También lo hicimos con Odebrecht. El año pasado el 2 de octubre resolvimos históricamente, que aunque no estaba la excepción, para la reserva por delitos de corrupción, dadas las connotaciones que rodean todos los sobornos y cohechos y peculados o cualquier otro tipo de delitos que estén inmiscuidos en Odebrecht, en el que además en México no ha habido ninguna responsabilidad evidente, aunque sí ha habido procesos o procedimientos administrativos de responsabilidad, desde entonces la Secretaria de la Función Pública actúo con diligencia, pero no han llegado al impacto penal que debe de haber”.
El tema le gusta. Lo conoce a fondo. Y por ello se explaya. Afirma que “estas decisiones históricas, sin embargo, en los dos casos, y especialmente en el de Ayotzinapa con Murillo Karam que fue a la que le tocó el escándalo, pero ya estando al frente del cargo Arely Gómez, ella acudió con nosotros y construimos una versión pública entre personal del INAI y la PGR, con estricto cuidado de datos personales de personas involucradas, entonces ahí se cumplió.
“En el caso de Odebrecht y en el caso de otros muchos problemas, los responsables de este tipo de casos se han ido a amparar, entonces los jueces de amparo les han conseguido suspensiones provisionales y luego hasta suspensiones definitivas, ordenándonos que nos detengamos y esto sí pone en entredicho la potestad del INAI de llegar a los máximos alcances, porque los jueces nos paralizan y los jueces nos han detenido y ante cualquiera que tiene conocimiento de esa realidad mediática, pueden decir: sí están pintados de papel, siguen siendo espantapájaros y no verdaderos instrumentos que lleguen al fondo en cada caso”.
Aunque reconoce que los jueces de amparo están por encima del INAI, confía en que la Suprema Corte, que ha venido dando resoluciones inusitadas a la potestad del INAI para reconocer conductas de apertura aun en casos en que hubiera pasado por los niveles diversos y ojalá esto permee a los jueces de distrito y que no sean necesariamente permisivos para conceder esas suspensiones provisionales, mantenga su postura.
Francisco Acuña Llamas concluye con un argumento irrefutable: la autonomía constitucional del INAI será defendida a capa y espada.