La justicia de Estados Unidos (EU) arrestó este martes a Naasón Joaquín García, líder de la iglesia La Luz del Mundo, a quien se le acusa por al menos 26 delitos de carácter sexual.
En un comunicado, el Fiscal General del Estado de California, Xavier Becerra, confirmó el arresto de Joaquín García y dos de sus colaboradoras, a quienes se les acusa como crímenes como pornografía infantil, trata de personas y violación de menores.
«No podemos ser omisos a la violencia sexual y trata de personas en nuestro estado. En el Departamento de Justicia de California haremos todo lo necesario para prevenir y combatir estos atroces crímenes y traer seguridad a nuestras comunidades».
Cabe recordar el ahora probable pederasta y tratante de personas fue el centro de un polémico homenaje realizado apenas hace unas semanas en el Palacio de Bellas Artes, del que posteriormente se desentendió tanto el Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (INBAL), como diversos actores políticos que presenciaron una velada dedicada al supuesto legado del criminal.
De acuerdo con la imputación presentada en la Corte Superior del condado de Los Ángeles, los abusos del líder religioso fueron perpetrados entre 2015 y 2019 en el sur del estado de California.
Además del supuesto apóstol de Jesucristo, el Departamento de Justicia de California arrestó a Alondra Ocampo y Susana Medina Oaxaca, señaladas como cómplices del imputado. Otra mujer, Azalea Rangel Meléndez, también forma parte de las acusaciones y se encuentra prófuga de la justicia.
¿Cómo amedrentaba a sus víctimas el abusador sexual homenajeado en Bellas Artes?
El Departamento de Justicia de California inició la investigación en 2018, en seguimiento de denuncias presentadas a través de una plataforma creada por dicha institución para atender casos de abuso clerical. La defensa de Joaquín García podría solicitar la conducción del proceso judicial en libertad, pero para acceder a dicho privilegio el imputado tendría que pagar una fianza de 25 millones de dólares.
La indagatoria señala que Naasón amedrentaba a sus víctimas asegurándoles que, si se oponían a sus deseos, era como si se opusieran a la voluntad misma de Dios.
