La temporada de caza de ballenas dio inicio luego de que cinco barcos japoneses zarparon del puerto de Abashiri, en Hokkaido, norte del archipiélago, en lo que constituye la última operación de caza de cetáceos con fines científicos antes de que Japón abandone la Comisión Ballenera Internacional y reanude la pesca comercial.
Apenas unas horas después de dejar el puerto el sábado, a unos 20 kilómetros de la costa, la flota cazó una hembra de ballena minke de unas tres toneladas de peso y cerca de 6.7 metros de largo, destaca la cadena NHK.
Los medios de comunicación pudieron observar la operación de desestiba del cetáceo. Este fue llevado más tarde a una instalación de Abashiri para su despiece.
Japón lleva acabo desde el 2017 la caza de cetáceos con fines científicos en esta zona. Cada año se fija un objetivo de 47 capturas de ballenas minke. Este tipo de operaciones va a terminar a finales de junio, ya que el 1 de julio comenzará la caza comercial.
El archipiélago anunció el 26 de diciembre su retiro del acuerdo internacional, el cual estableció una moratoria para la caza de ballenas en 1986, y reanudará la caza comercial de ballenas, una medida que busca apoyar a una industria que tiene gran importancia cultural en ese país asiático, a pesar de que la demanda por la carne de ballena ha caído.
El acuerdo internacional nunca detuvo la caza japonesa de ballenas, porque le permitía al país seguir haciéndolo para investigación científica al mismo tiempo que vendía la carne. Los críticos consideraban que la investigación era una farsa, poco más que una fachada para la caza comercial de ballenas.