El presidente Andrés Manuel López Obrador rechazó asistir a la presentación del informe de labores de la Comisión Nacional de Derechos Humanos, lo que representó el primer desaire para la CNDH de parte de un mandatario desde hace 29 años.
Ante la ausencia del mandatario federal, el titular de la Comisión de Derechos Humanos, Luis Raúl González Pérez, tuvo que entregar el informe a la secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero.
En posterior conferencia de prensa, detalló que en los primeros seis meses de la gestión de López Obrador se han acumulado hechos y omisiones que hacen suponer que procurar los derechos humanos no es una premisa.
Los sectores de Salud, Seguridad y Justicia tuvieron un aumento de quejas, lo que a decir del ombudsman no puede revertirse a corto plazo.
En el ramo de la salud, las quejas han derivado de la política de austeridad del Gobierno de México, que pone en riesgo a los pacientes y a su acceso a tratamientos y medicinas.
“No hay economía, ahorro o medida de austeridad, que compense o justifique que la salud, la integridad o la vida de las personas se ponga en riesgo o se comprometa innecesariamente. Debilitar o volver inoperantes los sistemas públicos de salud, implica una violación a los derechos humanos”, dijo González Pérez.
Por ello, la CNDH exhortó a López Obrador a asignar los recursos necesarios para garantizar los derechos humanos, sin importar recortes y ajustes presupuestales.
En el rubro de seguridad se denuncia el aumento de homicidios, ataques a periodistas y activistas de derechos humanos, la prevalencia de desapariciones y agresiones cada vez más graves contra personal penitenciario.
El titular de la Comisión aseguró que debe abandonarse la tolerancia al incumplimiento de la ley y la equivocada noción de que la pertenencia o filiación a una institución pública, grupo u organismo político lleva implícito el derecho de conducirse al margen de la ley.