La Fiscalía de Estados Unidos justificó en su último documento judicial por qué el juez debería denegar las recientes peticiones de relajación de las medidas de encarcelamiento de Joaquín El Chapo Guzmán, a quién en su opinión no le deberían dar ninguna concesión: ni tapones para las orejas, ni aire libre, ni agua.
Hace unas semanas, la defensa del capo presentó una solicitud para rebajar las condiciones en cuatro puntos muy concretos: tapones para las orejas para poder dormir; seis botellas de agua embotellada por semana; dos horas de ejercicio al aire libre; y acceso al economato de la prisión.
El gobierno quiere que se le niegue todo, principalmente porque las autoridades del centro penitenciario donde está desde su extradición “no han recibido ni una petición administrativa” sobre estas solicitudes. Anteriormente, El Chapo había presentado sus quejas a las autoridades antes de solicitar cambios en su situación, que no varió en gran medida -aunque se hicieron algunos ajustes.
Sobre la solicitud de tapones para las orejas, la fiscalía pidió que se negara por varias razones. La principal, porque está restringido su uso en la cárcel por cuestiones de seguridad en caso de emergencia. Asimismo, apuntan que, si bien hace meses que se queja de dolor de oídos, nunca ha solicitado una visita médica para examinarlo.
En relación a tener acceso al aire libre, el gobierno argumenta que quiere evitar cualquier tipo de opción de fuga. “La única zona de ejercicio al aire libre es una terraza cubierta por alambres; una zona que fue escena de un intento de fuga el 25 de enero de 1981”, se detalla en el documento.
En ese suceso, cómplices del reo que quería escapar secuestraron un helicóptero e intentaron cortar la malla de alambre que encierra la terraza. Sin éxito, trataron de derribarla empotrando el helicóptero, e incluso pasaron a su socio recluso una pistola. El plan fracasó, así como otro en el que el preso trató de escapar escalando por un muro.
“En este caso, cualquier tiempo de ejercicio al aire libre sería particularmente problemático para este acusado, quien planeó exitosamente y ejecutó fugas elaboradas de dos penales de alta seguridad”, recordaron.
Sobre la cantidad de botellas de agua, el gobierno dice que «El Chapo» miente: según los registros de la cárcel, ya recibe las seis botellas solicitadas desde el pasado mes de abril.
Desde su extradición en enero de 2017, El Chapo ha estado recluido en la misma celda minúscula de la cárcel de máxima seguridad Metropolitan Correctional Center, en unas condiciones especiales por la importancia y peligrosidad de su figura.
En su documento, el gobierno de EU recuerda que las condiciones en la prisión de El Chapo están “conectadas racionalmente con su propósito” ulterior: evitar que la conducta pretérita de Guzmán, que llegó a dirigir el Cártel de Sinaloa desde la cárcel y escapó un par de veces.
Por otra parte, todavía se está a la espera de la respuesta de la defensa sobre su justificación de por qué debería repetirse el juicio contra el capo después de que se revelara que el jurado incumplió las normas establecidas. El juez de la causa, Brian Cogan, autorizó posponer la fecha límite de presentación de argumentos hasta el 14 de junio para que los abogados atiendan problemas de índole personal.
Por ahora, la fecha programada para la lectura de sentencia -que será de cadena perpetua- es el 25 de junio; si bien lo más probable es que sea pospuesta para finales de verano como pronto.