Una de las atribuciones de la Secretaría de la Función Pública (SFP) se degrada lentamente y finalmente será absorbida por unidades no especializadas. Se trata de la Mejora de la Gestión, es decir, los procesos de mejora y digitalización del gobierno federal para la mejor atención de la ciudadanía y para evitar que haya corrupción en trámites. Éste tema fue el elegido para el sacrificio a efecto de lograr la reducción en la estructura gubernamental que Andrés Manuel López Obrador ordenó desde el inicio de su gestión.
Por lo pronto, el pasado 15 de abril, se destituyó a los jefes de las oficinas que, directamente en las instalaciones de cada dependencia y durante dos sexenios (el de Felipe Calderón y el de Enrique Peña Nieto) vigilaron que esos procesos gubernamentales tendieran a modernizarse, especialmente con el uso de las Tecnologías de la Información.
Como señaló uno de los funcionarios consultados por Crónica, quienes estaban bajo las órdenes de esos jefes, han quedado en la orfandad y sin mucha claridad sobre el futuro de los temas en los que son especialistas. Todos, jefes y subordinados, están adscritos a los llamados Órganos Internos de Control (OIC). En el caso de los mandos, dejaron su cargo apenas 3 días después de que la SFP había validado las atribuciones de esta área para 2019.
Consultada por Crónica, la SFP indicó que en efecto se está reestructurando a los OIC, derivado de todo el ajuste que vive la Administración Pública Federal en materia de recursos humanos, pero aseguró que las funciones no desaparecerán, pues deberán ser realizadas por alguna de las otras oficinas que no serán desaparecidas.
Los OIC en cada dependencia y órganos del gobierno contaron hasta ahora con un área de mejora de la gestión, otra para la atención de quejas ciudadanas, otra más para auditorías y responsabilidades. La orfandad radica en que no hay un documento oficial que señale lo que los funcionarios del área descabezada deberán hacer ahora para realizar y reportar los programas a su cargo.
Consultados por Crónica, funcionarios públicos de los OIC en el sector cultural, del Trabjo, Diconsa y Salud, ratifican que no hay un documento oficial y se especula la existencia de un memorándum con el que se da fin (o se transfieren) los programas de mejora de la gestión, con mucho menos peso del que tuvo hasta ahora.
Una de las tesis básicas de la mejora de la gestión en México es que esta modernización permite no sólo un menor uso de tiempo y recursos humanos y materiales en la operación del gobierno, sino que apuesta por el uso de procesos computarizados que dejan rastros claros sobre qué, quién y para quién se tomaron diferentes decisiones de gobierno. Al existir registros rastreables, las posibilidades de corrupción se estrechan.
Hasta el gobierno de Vicente Fox, la visión de la hoy Secretaría de la Función Pública era auditar los procesos gubernamentales y sancionar la corrupción. A partir de la incorporación de la Mejora de la Gestión, se cerraba el círculo al establecer una vigilancia permanente que detectara actividades oficiales vulnerables a la corrupción o a la ineficacia.
La mejora de la gestión era vista como la cara amable de los OIC, al plantear programas para solucionar estos problemas en lugar de sancionarlos hasta que hubiesen estallado en forma de responsabilidades de los servidores públicos.
“La mejora de la Gestión Pública implica un mejor aprovechamiento de dichos procesos (de gobierno) para maximizar la calidad de los trámites y servicios que presta la Administración Pública Federal, a fin de satisfacer las expectativas de los ciudadanos”, señala la presentación oficial de estas actividades.
“Los procesos de mejoramiento de la Gestión Pública promueven homologación de métodos, adopción de buenas prácticas, eliminación de normas que entorpecen el quehacer gubernamental y el empleo de herramientas que fomentan el incremento de la efectividad y la disminución de costos de operación de las instituciones”, concluye.
La mejora será, a partir de los siguientes meses, un tema secundario de una de las oficinas sobrevivientes.