Todas las diócesis del mundo deberán contar con un sistema accesible para que el público conozca las denuncias de potenciales casos de abusos sexuales, los cuales serán examinados en un plazo de 90 días.
El papa Francisco aprobó este jueves una ley que ordena a todos los sacerdotes y monjas católicos a reportar a las autoridades eclesiásticas todos los abusos sexuales del clero e intentos de cubrir estos hechos por parte de sus superiores.
La nueva ley ofrece protección a cualquiera que haga la denuncia y ordena a todas las diócesis que introduzcan un sistema para recibir las denuncias de forma confidencial. También establece procedimientos para hacer investigaciones preliminares cuando el acusado es un obispo, cardenal o superior religioso.
Se trata de una nueva iniciativa del papa Francisco para responder al estallido global de escándalos por abusos sexuales e intentos de cubrirlos, que ha devastado la credibilidad de la cúpula de la Iglesia católica y de su propio pontificado.