De acuerdo con la CFE, el tiempo promedio para restablecer el servicio después de un fenómeno meteorológico es de entre tres a cuatro días, labor donde participar más de 16 mil trabajadores, cinco mil 950 vehículos, entre grúas, camiones, camionetas, entre otras; así como 12 helicópteros, ocho motocicletas, cuatro vehículos anfibios, dos semianfibios y 105 Unimog.
México está expuesto al impacto de huracanes por su condición geográfica, por lo que la Comisión Federal de Electricidad (CFE) se alista año con año para hacer frente a posibles daños a su infraestructura y restablecer el servicio a los usuarios en el menor tiempo posible, con el apoyo de su personal y equipo ubicado en todo el país.
De acuerdo con la CFE, el tiempo promedio para restablecer el servicio después de un fenómeno meteorológico es de entre tres a cuatro días, labor donde participar más de 16 mil trabajadores, cinco mil 950 vehículos, entre grúas, camiones, camionetas, entre otras; así como 12 helicópteros, ocho motocicletas, cuatro vehículos anfibios, dos semianfibios y 105 Unimog.
Además, la empresa también cuenta con 72 subestaciones móviles, las cuales tiene una capacidad de mil 426 megavolts, suficientes para suministrar energía eléctrica a alrededor de 1.5 millones de personas; 569 plantas de emergencia de 31 megawatts para servicios prioritarios a la comunidad y 43 torres de iluminación.
La CFE cuenta también con 73 almacenes de emergencia con elementos necesarios para hacer frente a los daños, 88 centros de control de distribución, 31 centros de operaciones de transmisión, 33 centros de reparación, dos refugios para personal y helicópteros.
La temporada de huracanes en México inicia el próximo 15 de mayo para el Pacífico y el 30 de mayo para el Atlántico, periodo en el que se esperan alrededor de 19 huracanes, de los cuales al menos cinco podrían ser superiores a la categoría tres.
Como parte de la Reunión Nacional de Huracanes realizada en Veracruz, trabajadores de la CFE hicieron la demostración de los trabajos a la hora de una emergencia, como por ejemplo la colocación de un poste, la baja de las líneas para evitar daños a las torres por los fuertes vientos y la construcción de estructuras provisionales.