*Casi 54 Millones Viven en la Pobreza
*¿Los Actuales Gobernantes lo Superarán?
*Futuro de Terror Bajo la Actual Tendencia
*Para 2024 Podrían Sumar los 60 Millones
Por Jaime Contreras Salcedo
Al culminar la llamada Semana Mayor y ya en el corazón de la de Pascua, las aguas del imperialismo provenientes de Ramos, nos referimos al Domingo antepasado desde luego, parecen atenuarse, pero ya atisban el panorama nuevos y formidables adversarios que, sin duda, osarán molestar a la Cuarta Transformación y su Gurú Mayor, sobre todo cuando no acaba de salir bien parada de un enfrentamiento con la minoría rapaz, esta vez infiltrada en el pueblo bueno y en los periodistas que, además de ser eso, buenos, son prudentes, porque si no, “ya saben, ¿no?, lo que les pasa”.
Luego haremos una mesa redonda y ahondaremos en disquisiciones un tanto bizantinas sobre lo que significa, en el lenguaje no fifí y todos sus alcances, eso de periodistas buenos, lo de periodistas prudentes, la sapiencia o no de los comunicadores en eso que “les pasa”, o bien –como diría el viejo adagio de la pareja- aquello puntual de “no soy yo, es la gente”, y cuál es el sentido de las “benditas redes sociales”.
Por lo pronto, veamos que hay un enemigo soterrado, o no tanto, pero sí al menos agazapado en las entrañas del pueblo humilde y sabio que amaga con todo lo alcanzado en apenas cuatro meses y medio de este régimen (si bien no es mucho, tampoco hay que regatearle esos éxitos, qué caramba), en donde hemos acabado por decreto con la corrupción, se abatieron los altos salarios de los funcionarios riquillos y, claro, con eso y la eventual venta de toda la flotilla de aviones, helicópteros y demás chunches con ruedas de los gobiernos neoliberales, pues ya nos alcanza para todo. O para casi todo, pues. Nos referimos al hambre.
Hemos estudiado a fondo la actualidad de este fenómeno social, para que luego no se le atribuya dotes inefables como ser vocera de los machuchones, encubridora de los que niegan avances a la Cuarta Transformación y, en fin, mala conductora de masas frías y llenas de intereses inconfesables, en su mayoría provenientes del extranjero. No lo vamos a permitir.
Por desgracia, dicen las manidas cifras oficiales, aunque luego van a decir que son manipuladas en favor de los gachos y perversos emisarios del pasado, que casi el 44 por ciento de la población vive en la pobreza en nuestro país –casi 54 millones de mexicanos- y, de ahí, que cerca del 8 por ciento están en pobreza extrema, lo que significa algo así como un poquito menos de 10 millones de pobladores, como usted o nosotros pues.
Y como hemos planteado en este espacio ad náuseam, todos esos connacionales tienen hambre y no solamente de justicia, puesto que, según los indicadores de morbilidad y mortandad, sus niveles de estatura y el número de integrantes de la familia, pues nos damos cuenta que tienen un elevado porcentaje de desnutrición, sin expectativa, lo peor, de salir de este estado, por muy motores del cambio y la #4T que se sientan. ¿O será que no se han dado cuenta de que ya las cosas cambiaron radicalmente? Es posible. Todo es posible en la paz.
Pero, regresemos a la duda original, ¿es que acaso estarán jugando contras los mismísimos pobres y no se estarán dejando salir de ese estado bajo la lógica según la cual ¿“soy pobre, así he de morir y así será el destino de mis hijos, pase lo que pase”?
Porque ya lo dice el refrán popular, en eso de que no hay salida para quien no se quiere dejar ayudar, por mucho que, añadimos, el responsable de los destinos nacionales se empeña en sacarlos del rezago y la postración en la que secularmente han estado por mucho tiempo.
Queremos pensar que estos silogismos no triunfarán pues para eso están empeñados desde el titular del Ejecutivo hasta el último de los funcionarios de la nueva administración por muy imberbes que parezcan. Hay que estar muy atentos a lo que se suceda en las próximas semanas y meses porque una vez terminadas las festividades religiosas, la terrible realidad y la calle fría seguirán ahí, no se moverán por mucho que los discursos oficiales se empeñen en decirnos que el problema, en este caso del hambre, si bien no se ha superado, como el de la muerte por violencia por citar otro caso, lo cierto es que ya estará controlado y en vías de solución. La realidad también es muy terca.
Tampoco eso ocurrirá al final de esta administración y, como nos decía un viejo banquero, de esos que aseguran y no controlan ni a sus nietos, si en el mejor de los casos las cosas prosiguen como hasta ahora, lo mejor que nos puede pasar es que haya un crecimiento inercial de 1.5 por ciento anual promedio, esto representará un aumento más que llevado por la inercia de hasta dos por ciento anual, sí, adivinó, del hambre, teniendo algo así para el 2024 de 60 millones de paisanos, literalmente en carencia alimentaria casi total. El eufemismo usted bien que lo detectó.
De otros indicadores tan importantes como ese de llenar el estómago con la comida adecuada, mejor no hablemos. Lo que sí puede usted fácilmente inferir es que no irán a la escuela muchos más mexicanos de los que actualmente lo hacen, tampoco tendrán muchos pobres vivienda donde radicar con decoro y dignidad, ni se verán avances significativos en infraestructura, el campo o la salud, por mucho que nos digan que seremos espejos negros de Tezcatlipoca, como cierto presidente, por cierto, culto, lo usaba con frecuencia en determinado tipo de intervenciones públicas.
¿Crecerá la deuda para saldar los compromisos con el bueno pueblo? ¿Aumentarán los impuestos como buena parte de los fiscalistas advierten desde ahora tomando en cuenta las señales que dan Hacienda y la bancada morena en el Congreso, particularmente en eso de la tenencia y el predial, al pretender federalizarlos? O, acaso, ¿se irá este gobierno por la ruta de echar a andar la maquinita de billetes como lo hiciera uno de sus antecesores que, en su momento, usó este camino, y que casualmente se apellida de igual manera? Dudas atiborradas de expresiones que requieren respuestas, sin querer saber qué es lo que pasa, por mucho que el pueblo trate de informarnos.
Estas Lascas Económicas trabajan para hacer una app que mande a muchos funcionarios actuales a Medio Oriente, gratis, para ver si se #mediorientan. Ya hay avances. Que les platicamos aquí, sí, pero la semana entrante, en este mismo espacio. Jacs95@hotmail.com.